SOKOTO, 16 enero 2002 (ZENIT.org).- Un nuevo caso como el de Safiya Husaini, ha surgido en Nigeria. Lo ha denunciado el mismo abogado defensor de la mujer de 34 años condenada a ser lapidada por adulterio.
Aishatu Abubakar, de 18 años, según explicó el abogado, está en la cárcel con su hija de un mes en la ciudad noroccidental de Sokoto, capital del homónimo estado que con otros doce ha introducido la «charia» (ley islámica) en el código penal.
En especial Sokoto, en el que el sultán es también el custodio de la fe islámica en Nigeria, se ha distinguido ya por episodios de crueldad ligados a la aplicación de los principios religiosos coránicos en la administración de justicia: hace seis meses se ejecutó la primera condena a muerte y, anteriormente, se realizaron dos amputaciones de manos en público.
Denunciada por los vecinos de casa, la joven no ha obtenido la libertad vigilada y espera la decisión del tribunal de la charia.
«Si se establece oficialmente que está casada –ha dicho el abogado Abdulkadir Imam Ibrahim, que afirma que la oven está divorciada desde hace un año–, podría ser condenada a la lapidación por adulterio; si no lo es, la pena será de cien latigazos por fornicación».
El proceso ha sido fijado para el 21 de enero después de que el 9 de enero se le negara la libertad bajo fianza.
