No hay razón para temer la “S” de soltero

Habla la fundadora de la Conferencia de Católicos Solteros de EE.UU.

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Por Anna Maria Basquez

DENVER, martes 4 de octubre de 2011 (ZENIT.org).- La Conferencia Nacional de Católicos Solteros volverá a su lugar de origen en el 2012, y sus organizadores consideran que su ministerio es más importante que nunca, ya que las estadísticas sobre los católicos solteros continúan sorprendiéndoles.

La conferencia anual comenzó en Denver en 2005 y fue organizada por última vez en esa ciudad al año siguiente. En 2012 tendrá lugar del día 27 al 29 de enero. La conferencia ha atendido a más de 3.000 católicos, desde que comenzó hasta ahora. Recientes estudios desvelan que hay más de 27 millones de católicos solteros en Estados Unidos, número récord, según la fundadora Anastasia Northtop quien citó una encuesta Pew Research.

“Necesitamos superar nuestra aversión al término ‘soltero’ y darnos cuenta de que los solteros constituyen una gran porcentaje de la Iglesia”, dijo Northrop. “A veces la administración de la Iglesia parece reacia a hacer cualquier cosa para los ‘solteros’ y prefieren tener sólo programas para ‘jóvenes adultos’. Necesitamos a ambos”.

“Ciertamente, a muchos solteros se les podría llamar ‘adultos jóvenes’, pero hay muchos con edades comprendidas entre los 30 y los 40 y más mayores todavía que sienten que no hay lugar para ellos o que todo se centra en las familias. Si todos los solteros fueran acogidos e implicados en sus parroquias, las Iglesia sería un lugar distinto”.

Northrop, presidenta de Teología del Cuerpo de International Alliance (TOBIA), lanzó la conferencia y actualmente da charlas y promueve grupos de estudio en Estados Unidos y en varios países de Europa y Sudamérica. Ella habló con ZENIT desde Viena, Austria.

ZENIT también habló con Darin Ries, un coordinador de conferencias NCSC. Desde su experiencia personal al recibir la anulación de su matrimonio después de divorciarse en 2006, y su posterior matrimonio en 2008, su tarea es hablar sobre la Teología del Cuerpo a los solteros y divorciados católicos.

– ¿Ha cambiado el ministerio de los católicos en el país? Y si lo ha hecho ¿De qué manera?

A. Northrop:Creo que la conciencia de la necesidad de un ministerio para los solteros en la Iglesia ha crecido desde que comenzó en la NCSC en 2005, aunque todavía queda mucho por hacer en este ámbito. Claramente el número de solteros en las encuestas -y fuera de ellas- continúa aumentando, sea porque la gente se casa más tarde, sea por el incremento del porcentaje de divorcios. Las personas con un ministerio importante dentro de la Iglesia se están tomando su tiempo en reconocer las necesidades específicas de los solteros, que comprenden los que nunca se han casado, los divorciados, los que han recibido la anulación o los viudos. El ministerio de los solteros no incluye sólo el reconocimiento de su estado como “soltero” y los desafíos que esto conlleva, sino también acoger la invitación de servir en la Iglesia con sus dones particulares. La NSCS pretende proveerles no sólo de estas cosas, sino también de formación para aquellos que tienen vocación para el matrimonio o el sacerdocio o la vida religiosa. Esto ayuda también a construir una comunidad de personas que piensan igual lo que proporciona un estímulo para la vida diaria.

-¿Qué desafíos aparecen ayudando a los católicos solteros a discernir sobre sus vocaciones, ya sea para el matrimonio, la vida consagrada o el sacerdocio en la Iglesia?

A. Northrop: Hoy sufrimos una crisis general de identidad en la sociedad. Ha habido un intento generalizado de igualar las diferencias entre los hombres y las mujeres. Lo primero de todo es que si la gente no sabe lo que significa ser un hombre o una mujer auténticos, lo que la masculinidad o la feminidad son sobre todo, es difícil para ellos entrar en una vocación y vivirla plenamente y con éxito. Cada vocación es una llamada a amar y a hacerse un don de uno mismo de una forma concreta. Si no sabemos lo que significa amar porque nuestra sociedad es muy egoísta, entonces es mucho más difícil vivir nuestra vocación.

En segundo lugar, si la fe de cada uno es un conjunto de reglas en lugar de una relación de amistad con Dios, entonces es más complicado discernir la llamada que Dios realiza para cada uno. A través de la formación en las charlas y de las oportunidades de experimentar a Cristo más profundamente en la liturgia y en los sacramentos en el NCSC, esperamos que los ‘solteros’ puedan escuchar a Dios y seguir su llamada.

-¿Cuáles han sido las dificultades en el proceso de llevar a los católicos solteros hacia los siguientes pasos de citas serias, noviazgo y matrimonio dentro de la fe?

D. Ries: Según mi experiencia, muchos de ellos se acostumbran a ponerse en guardia contra las influencias que la sociedad secular tiene en los demás, de manera que olvidan buscar la razón por la que una persona podría ser adecuada para ellos. Tenemos que estar abiertos a las gracias que un noviazgo puede ofrecer y no tener miedo a aprovechar la oportunidad. Lo fundamental es, sin embargo, mantener una fe compartida y el amor por Cristo y por su Iglesia en el centro de la relación.

A. Northrop: Muchos factores aparecen en esta cuestión. En mi charla “¿Por qué estamos solteros todavía?” me refiero a muchos de los temas actuales que afectan a los solteros. Muchos factores contribuyen a que crezca una sociedad de “solteros”– ya sea “aún soltero” o “soltero de nuevo”. Un factor es la no comprensión de la naturaleza del amor y de la comprensión irreal del matrimonio que se transmite por televisión. Otro es la cultura promiscua, otro el miedo a comenzar otra relación cuando ya te han hecho daño una vez; otro es la poca comprensión del compromiso que se considera una carga en vez del ejercicio de la libertad de cada uno; otro la falta de buenos ejemplos de matrimonios debido al alto porcentaje de divorcios de hoy en día. Incluso la importancia de la pornografía y la lista no termina nunca…

Hay muchas formas en las que los solteros necesitan ser curados antes de entrar en una relación sana. Muchos solteros se preguntan: “¿por qué estoy solo?” y las respuestas a esto son múltiples. Concierne a cada persona examinar su propia vida y ver las cosas que puede curar o en las que puede madurar y preparase a sí mismo para hacer de sí mismo un don total en el matrimonio. Entonces con la gracia de Dios puede tener la valentía de entrar en el matrimonio.

-Se dice que los católicos solteros tienen miedo de aceptar citas con otros católicos porque se sienten presionados a casarse rápido ¿Cuál es su experiencia?

D. Ries: Muchas cosas tienen que ponerse en su sitio para que una pareja llegue a tener una relación con éxito que llegue al matrimonio. Para cada uno de nosotros es diferente y aunque no me atrevo a llamar a estas cosas criterios porque no se puede hacer una lista de ellos, la verdad es que todos tenemos cosas que buscamos. Una de estas cosas para un fiel católico debería ser que el otro fuera también fiel católico, pero esto no es todo. Cuando yo tenía citas, conocí a muchas mujeres católicas pero no fue hasta que conocí a mi mujer que me sentí plenamente compatible con y a través de la gracia de Dios. Construimos una relación exitosa que nos llevó al matrimonio.

A. Northrop: El miedo es claramente un elemento en las relaciones, como la falta de comprensión de nuestra propia sexualidad. La “sobre-sexualización de nuestra cultura a veces provoca miedo en las relaciones. Vivir en castidad es siempre un reto, y la persona necesita esto para poder vivir una vida integrada en el proceso de las citas, pero muchos de los puntos básicos presentados por Juan Pablo II en “Amor y Responsabilidad” y “Hombre y Mujer los creó: la teología de
l cuerpo”, pueden ser de gran ayuda en la búsqueda de una relación sana y amorosa vivida de acuerdo a la enseñanza de la Iglesia.

Actitudes como: considerar a la persona como un regalo que se recibe y no como un objeto que se usa para el propio placer, hablar el lenguaje del cuerpo de forma sincera, sabiendo que el significado del amor es hacer un don de uno mismo; todas estas actitudes nos ayudan a tener un gran respeto por el otro, hecho a imagen de Dios, deseando sólo el bien de la otra persona. Nos preguntamos: “¿Cómo puede hacerme feliz esta persona?” o en vez de esto “¿Cómo puedo amar yo a esta persona y ayudarla para que sea feliz?”

Estas ideas pueden sonar teóricas pero se pueden vivir en la práctica. Esto puede ayudar a la pareja en su lucha por la castidad antes del matrimonio, así como para vivir una saludable vida matrimonial.

Claro que en un intento por evitar este mundo de las citas ocasionales algunas personas se acercan a las relaciones con una actitud “demasiado seria”. Francamente, como soltera, puedo decir que el mundo de las citas no es fácil. Claro que tenemos citas porque estamos buscando un marido o una mujer, pero tenemos que tener paciencia para que las relaciones sigan su curso y no imponer la carga de averiguar inmediatamente si es o no la persona correcta. La mayor parte del tiempo no se puede saber. Nos guste o no, conocer a alguien y discernir si es la persona con la que queremos pasar el resto de nuestra vida lleva tiempo y esfuerzo.

Honradamente, los hombres y las mujeres tienen “cuestiones” particulares que llevan al mundo de las citas de hoy. Sí, muchos hombres y mujeres tienen miedo del compromiso. El resultado final de toda relación es tener una visión común de la vida manteniendo a Cristo en el centro. Si tenemos una relación y nos casamos para “hacernos felices a nosotros mismos” entonces nuestras prioridades están al revés de como deberían estar. Hay que buscar un cónyuge con el que crecer juntos en el amor a Cristo y con el que podamos llegar al cielo. Por supuesto, además de los aspectos relacionados con la fe y con una visión común, también necesitamos buscar una pareja que sea una persona saludable a nivel natural humano. Añadiría: ¡relajémonos! Intentar ver en la otra persona un hermano o hermana en Cristo y convertiros en amigos. Entonces veremos si funciona. Si ambas partes buscan la voluntad de Dios entonces el Señor los guiará.

-¿Por qué una conferencia como esta es importante para la fe católica? ¿Hay una necesidad real de este ministerio?

A. Northrop: El porcentaje de solteros en Estados Unidos me sorprende siempre. Hablando de la sociedad en general, algunas ciudades destacan por tener más hogares dirigidos por solteros que por casados. Un estudio reciente de Estados Unidos reveló que hay más personas con edades comprendidas entre los 25 y los 34 años que no se han casado nunca que personas que a esta edad están casadas.

Hay un número récord de solteros católicos en Estados Unidos: más de 27 millones, según la encuesta Pew Research. Estos suponen casi el 40%de la población católica.

Los solteros católicos están hambrientos de la camaradería que la conferencia proporciona. Es demasiado fácil sentirse solos o aislados en un mar de gente casada. En cuanto al impacto de la conferencia sobre la fe católica, los asistentes vienen de lejos y se les anima a abrazar su fe, a integrarla en la vida diaria más plenamente y a evangelizar. Escuchamos historias de gente que viene y que al volver a casa marcan la diferencia a nivel local. Reuniones como la Conferencia Nacional de Católicos Solteros son importantes para la fe católica porque proveen un servicio para un nicho específico dentro de la Iglesia Católica. Un sacerdote de una parroquia o un obispo no puede atender a todas y cada una de las necesidades de cada subgrupo del interior de la Iglesia pero a través de sus líderes y guías otros pueden asumir estas tareas, que es lo que intentamos hacer a través de la NCSC.

– ¿Qué pueden hacer las parroquias o las diócesis para mejorar la situación del ministerio de los solteros?

A. Northrop: Hay realmente mucho que hacer por los solteros. En cuanto a las cosas prácticas, lo primero de todo, la conciencia de la existencia de los solteros es un paso importante. Es importante que se impliquen en las actividades de las parroquias para que no reciban la sensación de que sólo los adolescentes, las familias o los ancianos forman parte de la Iglesia. Si los sacerdotes son conscientes de esto cuando predican haciendo ejemplos que puedan afectar a los solteros podría ser un buen comienzo. Que haya actividades para los solteros es importante, pero también es crucial que los solteros sean invitados a implicarse en las actividades generales de la parroquia, ya sea en la enseñanza del CCD, en el trabajo pro-vida, alimentando a los sin techo, atendiendo a los ancianos, uniéndose a los Caballeros de Colón u otros grupos similares…

-¿Alguna cosa más sobre su ministerio?

A. Northrop: Estoy agradecida por la oportunidad de servir a mis semejantes, los solteros católicos, a través de la NCSC. Esto no es algo que busqué, ni esperaba ser soltera por tanto tiempo. Pero los caminos de Dios no son nuestros caminos, y al final Él sabe mejor que nadie lo que es bueno para cada persona. Cristo es nuestra realización plena y sólo enamorándonos de Él seremos capaces de vivir en plenitud la vida, donándonos en el matrimonio o en la vida consagrada. La NCSC pretende apoyar a los católicos solteros en su vida con Cristo y en la Iglesia y así ofrecer esperanza en el mundo de hoy.

[Traducción del inglés por Carmen Álvarez]

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En la red: 

NCSC: www.NationalCatholicSingles.com

TOBIA: www.TheologyoftheBody.net

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ZENIT Staff

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