Nuevas tecnologías comunicativas han preparado el capítulo de los dominicos

En el que se elegirán a sus nuevos superiores y se adoptarán las pautas para el futuro

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CIUDAD DEL VATICANO, jueves 26 de agosto de 2010 (ZENIT.org).- Las nuevas tecnologías de la comunicación han preparado la celebración del capítulo general de la Orden de Predicadores, más conocida como Orden Dominicana, que elegirá a sus nuevos superiores.

El Capítulo General, autoridad suprema de la Orden fundada por santo Domingo de Guzmán (1170-1221), comenzará el 31 de agosto, cuando los padres capitulares se congreguen en el Salesianum, centro de conferencias gestionado por los salesianos en Roma, en sesiones que durarán hasta el 21 de septiembre.

Esta asamblea de representantes de los cerca de 6.500 frailes esparcidos por el mundo, que es sobre todo una asamblea legislativa, ha sido preparada con videoclips, que están sirviendo para profundizar en la actualidad de la espiritualidad dominicana.

Los videoclips, presentados en la página web de la Curia general de la Orden (http://curia.op.org), a través de testimonios de frailes, presentan cuatro argumentos centrales del carisma dominicano: la misión, el estudio, la vida consagrada y el gobierno de la Orden.

Los vídeos están en línea de la carta que envió el 29 de diciembre de 2009, el maestro de la Orden, el sacerdote argentino Carlos Azpiroz Costa, para convocar el Capítulo, que se convertirá en el número 290 de la historia de esta Orden.

Internet, por otra parte, ha tenido un papel decisivo en la organización de esta asamblea capitular, en la distribución de la información sobre la convocatoria y en la respuesta de los frailes.

Los miembros del Capítulo incluyen a los priores provinciales, los vice-provinciales y vicarios generales, que son los superiores de las entidades provinciales o regionales de la Orden, y a los delegados electos de las provincias y vicariatos en todo el mundo, así como el maestro de la Orden, el padre Azpiroz Costa, elegido en 2001, y su predecesor, el padre Timothy Radcliffe (1992-2001).

Habrá 130 delegados en el capítulo, así como seis invitados de la Familia Dominicana y seis miembros de la Curia del Maestro y del Consejo Generalicio.

La primera etapa del Capítulo concluirá con la elección del maestro, que, según las Constituciones, tendrá lugar el quinto día del Capítulo, el domingo 5 de septiembre.

Después de la elección del maestro, el Capítulo continuará su trabajo en comisiones y sesiones plenarias . Se han propuesto siete comisiones, cuyos argumentos están tomados de las secciones iniciales de las Constituciones de la Orden: el seguimiento de Cristo; la consagración religiosa; el estudio; el ministerio de la Palabra; la formación de los hermanos, el gobierno de la Orden; la administración económica.

Habrá también una comisión sobre las leyes y Constituciones de la Orden, que tiene la tarea de velar para que la legislación del Capítulo sea coherente con el cuerpo legislativo de la Orden. El texto oficial de la legislación se escribe en latín.

«Refundación»

En una carta enviada el 9 de julio a todos los frailes de la Provincia de San Luis Bertrán de Colombia, el padre Azpiroz plantea algunos de los desafíos que tiene que afrontar la Orden en este Capítulo General.

«En pleno siglo XXI, al inicio del tercer milenio los desafíos son nuevos –escribe el actual maestro de los dominicos–. Ahora algunos teólogos hablan de la necesidad de ‘refundación’ de la vida religiosa. No todos aceptan esa expresión. De todos modos, las palabras citadas, en contextos propios e irrepetibles manifiestan de una u otra manera el deseo de ser creativos ‘fieles al amor inicial'».

«Idealmente hemos iniciado una novena, que nos llevará a celebrar en 2016 los 800 años de la confirmación de la Orden –concluye–. Nos preparamos también a celebrar un nuevo Capítulo General, que podrá tratar y definir, inspirarnos y animarnos al coraje del futuro, a reformar lo que necesite reformarse, restaurar lo que debamos restaurar, renovar lo que exija ser renovado; refundar –en el sentido de volver de nuevo a las fuentes, a las raíces– lo que tenga que ser refundado para confirmarnos en nuestra vida y misión como frailes predicadores».

Por Jesús Colina

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ZENIT Staff

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