Obispo bosnio pide oración por los criminales de guerra y verdad

Declaraciones de monseñor Franjo Komarica

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ROMA, miércoles, 30 julio 2008 (ZENIT.org).- Con motivo de la detención del antiguo líder serbobosnio Radovan Karadzic, presunto criminal de guerra, el obispo de Banja Luka, monseñor Franjo Komarica, ha llamado a «rezar por todos aquellos que se han ensuciado las manos con las crueles atrocidades cometidas en la última guerra de Bosnia».

Komarica ha explicado en declaraciones distribuidas a través de la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada que son pobres todos los que se han cargado de culpa, y que lo más importante es el tribunal de Dios.

El prelado subraya que la Iglesia debe rezar por estas personas, porque «necesitan una conversión personal». 

No obstante, también ha señalado la importancia de que los principales responsables rindan cuentas de sus atrocidades.

Según él, la comunidad internacional no está haciendo nada en este sentido, y a los políticos nacionales también carecen de la voluntad necesaria para ello.

«La pasividad y la calma cimientan los actos», ha recalcado Komarica. «Incluso el Evangelio nos enseña a llamar a los actos y a sus autores por su nombre».

El prelado lamenta que se haya permitido que ocurriera tal tragedia, y que, al no impedirla, la desgracia se alargara. 

El obispo señala que sin verdad y sin justicia no hay un futuro verdadero para Bosnia, y añade que la tarea de la Iglesia es servir a la verdad. La verdad y la justicia devolverán a muchas personas la posibilidad de retornar a su país, asegura. 

A Karadzic se le acusa de la masacre de casi 8.000 musulmanes bosnios en Srebrenica –la peor de la historia europea desde 1945–, y del asedio de 43 meses de Sarajevo, durante el cual murieron más de 10.000 personas.

En la última guerra de los Balcanes (1992-1995) murieron en Bosnia-Herzegovina más de 243.000 personas, y otros dos millones fueron desplazadas a raíz de la redistribución territorial. 

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ZENIT Staff

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