Obispos chilenos piden oración y manifestaciones públicas en favor de la paz

SANTIAGO, 16 febrero 2003 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Chile lanzó el 12 de febrero un llamamiento a todas las personas de buena voluntad a rezar y a expresar públicamente su adhesión a la paz, ante la amenaza de una operación militar contra Irak.

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En una declaración pública, los obispos piden a las autoridades chilenas que representen la voluntad pacífica del pueblo chileno en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y ante todos los organismos e instancias pertinentes.

Asimismo, la Conferencia Episcopal invitó a manifestar públicamente la adhesión a la paz, «utilizando diferentes formas que dependan de la creatividad de cada cual, pero que identifiquen claramente una postura frente a la guerra».

Los obispos piden también a los creyentes y personas de buena voluntad que se unan en cadenas de oración y recomiendan especialmente el rezo del Santo Rosario.

Publicamos el texto íntegro del comunicado.

Queremos un mundo en paz
Declaración Pública de la Conferencia Episcopal de Chile

Ante la inquietante amenaza de la guerra en Irak, la Iglesia chilena se une a la preocupación del Santo Padre para defender la paz y a las iniciativas por él propuestas con este propósito.

1. La Iglesia es consciente que una guerra entre EE.UU e Irak afectaría a la estabilidad de todo el mundo, propiciando una escalada de violencia con consecuencias difíciles de prever.

2. Con el Santo Padre recordamos que «es urgente trabajar para anunciar el Evangelio de la paz a una humanidad tentada fuertemente por el odio y la violencia».

3. Esto implica no resignarse como si la guerra fuera inevitable. El Papa nos insta a reconocer en el otro a un hermano al que hay que amar sin condiciones. Esta es la senda que conduce a la paz: un camino de diálogo, esperanza y de sincera reconciliación.

4. Comprometerse con la causa de la paz es pedirle a nuestras autoridades que representen este deseo de nuestro pueblo ante el Consejo de las Naciones Unidas y ante todos los organismos e instancias pertinentes.

5. En esta misma línea, pedimos a los creyentes y personas de buena voluntad que se unan en cadenas de oración por la paz, recomendando particularmente el rezo del Santo Rosario.

6. Invitamos también a manifestar públicamente nuestra adhesión a la paz, utilizando diferentes formas que dependan de la creatividad de cada cual, pero que identifiquen claramente nuestra postura frente a la guerra.

7. Ponemos nuestra inquietud y nuestro deseo de paz bajo la maternal protección de la Virgen María, bajo el título de Nuestra Señora de la Paz, para que, por su intercesión, conceda a la humanidad este inapreciable don de la paz.

+ Francisco Javier Errázuriz Ossa, Cardenal Arzobispo de Santiago, Presidente de la Conferencia Episcopal.
+ Javier Prado Aránguiz, Obispo de Rancagua, Vicepresidente de la CECH.
+ Manuel Donoso Donoso, Arzobispo de La Serena.
+ Alejandro Goic Karmelic, Obispo de Osorno.
+ Manuel Camilo Vial Risopatrón, Obispo de Temuco, Secretario General de la CECH.
Santiago, 12 de Febrero de 2003.

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ZENIT Staff

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