WASHINGTON, 21 septiembre 2001 (ZENIT.org).- En una carta dirigida a George Bush, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos ha expresado su apoyo a los esfuerzos que está realizando para hacer justicia por los terribles atentados terroristas del 11 de septiembre, y pide que en todo momento se haga según los principios morales.
En su carta, monseñor Joseph A. Fiorenza, obispo de Galveston-Houston, asegura que los obispos de su país están rezando en estos momentos para que Bush «encuentre los caminos justos, sabios y efectivos para responder con decisión y templanza a la larga tarea de acabar con el terrorismo».
Refiriéndose al «deber moral» de los Estados Unidos y a la «grave obligación de defender el bien común» ante estos ataques, el obispo de Houston explica que los obispos «apoyan los esfuerzos de nuestra nación y de la comunidad global para hacer justicia a aquellos individuos, grupos y gobiernos responsables de los atentados, de acuerdo con la ley nacional e internacional».
«Si bien tenemos que tener en cuenta el carácter único de este nuevo tipo de amenaza terrorista –continúa diciendo–, toda respuesta militar debe estar de acuerdo con los principios morales, en particular con las normas de la tradición de la guerra justa, tal como es la probabilidad de éxito, garantizar la seguridad de las poblaciones civiles, y el carácter proporcional de las operaciones según el objetivo buscado».
Fiorenza alaba también «el llamamiento del presidente a los estadounidenses a repudiar actos de intolerancia étnica y religiosa», cuando afirmó que los «árabes-estadounidenses y los musulmanes no son nuestros enemigos», de hecho ellos también fueron víctimas de los ataques.
