Obispos de Estados Unidos publicarán un documento sobre suicidio asistido

El borrador del texto se debatirá durante la Asamblea de primavera

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WASHINGTON, D.C., lunes 6 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Los obispos de Estados Unidos debatirán y votarán un documento sobre el suicidio asistido médicamente en su Asamblea general de primavera, que tendrá lugar del 15 al 17 de junio en Seattle.

El documento, “Vivir cada día con dignidad”, será la primera declaración sobre el suicidio asistido, de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB) en bloque.

“Después de años de relativa inactividad después de la legalización del suicidio asistido médicamente en Oregon en 1994, el movimiento pro-suicidio asistido ha retomado sus actividades con fuerza”, dijo el cardenal Daniel DiNardo de Galveston-Houston, presidente del Comité del USCCB de Pro-Life Activities.

“Este esfuerzo renovado ha provocado la aprobación de una ley parecida a la de Oregon, en Washington por referéndum popular en noviembre de 2008, una decisión de la corte suprema estatal esencialmente declara que el suicidio asistido no está en contra de la política pública en Montana, y los esfuerzos realizados para aprobar la legislación en varios estados de Nueva Inglaterra y del Oeste”, continuó diciendo el cardenal DiNardo en una declaración a la prensa emitido por la Conferencia Episcopal.

“La Iglesia necesita responder a tiempo y en un modo visible a este desafío renovado, que seguramente se llevará a cabo en un número de estados en los próximos años”, añadió.

Esta respuesta vendrá con el documento final que se publicará después de la reunión de los obispos al final de este mes.

Amor y misericordia

El texto destacará que “el camino del amor y la verdadera misericordia” que Juan Pablo II señaló en el “Evangelium Vitae” es el modelo para aquellos que realizan cuidados paliativos. Los cuidados verdaderamente paliativos consisten en eliminar el sufrimiento, no al que sufre, explicaron los obispos en una declaración que resume los puntos principales del documento.

Los temas que los obispos discutirán, incluirán los sufrimientos y los miedos de los pacientes con enfermedades crónicas y terminales, preocupación por aquellos tentados a suicidarse, la oposición de la Iglesia al suicidio médico asistido, y “la coherencia de esta postura con el principio de igualdad e inherente a los derechos humanos y a los principios éticos de la profesión médica”.

Los obispos también tratarán los argumentos del movimiento pro-suicidio asistido que afirman la “elección” del paciente y que expresan “compasión” por el sufrimiento.

La declaración de los obispos dice que el suicidio asistido médicamente no promueve la compasión porque se centra no en eliminar el sufrimiento sino en eliminar al paciente. La verdadera compasión, afirman se dedica a afrontar las necesidades de los pacientes y presupone un compromiso con su valor.

La declaración dice que la “compasión” que no se basa en el respeto, inevitablemente encuentra cada vez más y más gente cuyo sufrimiento se considera suficiente para ser objeto de la muerte asistida, como los que sufren enfermedades crónicas y discapacidades.

Dignidad Humana

Pacientes con enfermedades terminales se merecen recibir cuidados paliativos que afirmen la vida que respeten su dignidad y valor. “El suicidio asistido no es un añadido a los cuidados paliativos”, dice el comunicado, “sino un pobre sustituto que al final puede ser una excusa para denegar atenciones médicas a gente seriamente enferma, incluyendo a aquellos que nunca habían considerado el suicidio.

Citando ejemplos de los Países Bajos, la declaración afirma que el suicidio asistido voluntario ha conducido, en algunos casos, a la eutanasia involuntaria.

También, explicó la declaración, la práctica socava la libertad de los pacientes, presionándoles, una vez que la sociedad ha declarado oficialmente que el suicidio de ciertas personas es bueno y aceptable, mientras que trabajan para prevenir el suicidio de otros. Una vez que el valor de la vida de la persona disminuye, su libertad y autonomía disminuyen también.

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ZENIT Staff

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