Obispos de Nicaragua: La paz nace de la justicia y el amor

MANAGUA, 12 mayo 2002 (ZENIT.org).- Publicamos a continuación el comunicado distribuido por la Conferencia Episcopal de Nicaragua sobre la coyuntura que afronta el país.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

* * *

1. La Conferencia Episcopal de Nicaragua comparte la alegría del pueblo nicaragüense al avanzar hacia la plena vigencia de la democracia, con la restauración del Estado de Derecho. Sin embargo, vemos con suma preocupación los abusos que se han cometido en nombre de la justicia.

2. A pesar de los pasos decididos hacia la Democracia, que como Nación hemos dado, hasta hoy en día Nicaragua sigue debatiéndose en pobreza y hambre, en irregularidades y temores. Se necesita, por tanto, superar las heridas del pasado que tanto sufrimiento han causado a la familia y a la sociedad nicaragüense, mediante la concertación y el consenso de los nuevos responsables de gobierno con las demás fuerzas políticas, para poder enfrentar los grandes desafíos del momento actual y devolver al pueblo la esperanza con respuestas concretas a sus legítimas aspiraciones de trabajo y alivio de la pobreza.

3. Recordemos que cuando los pueblos y las personas, dejan de confiar en el sistema democrático, crece el sentimiento de impotencia frente a éste y comienzan a aflorar todos los síntomas asociados con la desesperanza como es el odio, el orgullo, la envidia, la codicia, el resentimiento, secuelas que pueden abrir una incontrolable sed de venganza que luego no se podrá detener. “Porque no hay paz sin justicia ni justicia sin perdón” (Juan Pablo II, lema por la Jornada de la paz 2002).

4. El camino viable de la restauración de un estado de Derecho es precisamente el camino de la justicia; Justicia que tiene que ser sanada ella misma. Por ello, es de desear que quienes sean propuestos como candidatos a Magistrado de la Corte Suprema de Justicia o de las mismas estructuras del Poder Judicial, sean personas que se hallan distinguido por ser honestas, responsables y respetuosos al derecho a la vida. Ciertamente la corrupción es un mal moral que debe ser combatido con sinceridad e imparcialidad, ya que así como no se justifican -éticamente- ni el homicidio, ni los asaltos sexuales, ni el robo, del mismo modo no se puede justificar ni la más pequeña de las acciones corruptas.

5. Muchísimas veces quienes debieran haber ayudado a la superación de tantos males, (gobernantes, iniciativa privada, Medios de Comunicación Social, instituciones del Estado, la familia, creyentes católicos y de otras denominaciones religiosas), hemos dejado pasar ocasiones preciosas para propiciar un desarrollo pleno de nuestra sociedad.

6. Por otra parte, es preocupante cómo los nicaragüenses nos vemos avasallados diariamente por los títulos sensacionalistas en los diarios y radioperiódicos: las circunstancias actuales están siendo hábilmente dirigidas por los Medios de Comunicación, quienes realizan lo que se llama la “manipulación dominante”. Hemos constatado que son pocos los Medios que se esfuerzan en presentar una realidad objetiva de los hechos; mientras otros se capitalizan económicamente, al convertirse en un medio elegante de maledicencia y desinformación.

Tantas veces se dice y repite la misma frase que se termina asimilando y creyendo que las cosas son así como la presentan.

7. Se hace necesario recordar una vez más, en ocasión de la XXXVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales a celebrarse este 12 de mayo, el papel positivo que los Medios están llamados a realizar en nuestra actual situación socio-política. Lo que es doctrina obligada en cualquier situación como es informar en la verdad y servir a la opinión pública sin deformarla, se hace mucho más apremiante en una sociedad como la nuestra, con posiciones tan diversas y hasta opuestas. Es una tarea que muchas veces ofrece serias dificultades, pero que es imprescindible para avanzar en la pacificación y reconciliación de nuestra sociedad.

8. En ese sentido, conviene recordar igualmente que la información correcta y la exposición libre de distintas opiniones son ingredientes fundamentales para el buen funcionamiento de una democracia; pero los Medios de Comunicación faltarán a su función si esos contenidos informativos y de opinión no descansan en la verdad, en la justicia y en la libertad, siempre regulados por la ética. El cristiano no debe tener miedo de anunciar la verdad, convencidos que la necesidad más esencial del hombre es saciar el hambre de la verdad en la caridad , y que la peor forma de corrupción es el engaño, que aprisiona la verdad y la justicia, impidiendo el conocimiento de la realidad tal como es.

9. Los Obispos de Nicaragua pedimos que, por la oración hecha con espíritu de penitencia, confiemos en la ayuda del Señor de la Vida y de la Historia y en la intercesión de la Santísima Virgen María, Madre de Dios para que impere la verdad y la justicia, se respete la dignidad y derechos de todos, se recuperen los valores morales, éticos, cívicos y religiosos, y poder lograr mejores condiciones de vida y desarrollo para todos los nicaragüenses.

Dado en la ciudad de Managua, a los once días del mes de mayo del año del Señor dos mil dos.

Doy Fe ,

+ MONS. JUAN ABELARDO MATA GUEVARA
Obispo de Estelí
Secretario General
Conferencia Episcopal de Nicaragua

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación