LIMA, 11 octubre 2002 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Perú publicó este jueves un comunicado en el que se dirige a los parlamentarios del país que el 3 de octubre aprobaron un artículo que modifica la Constitución política del país y que podría abrir las puertas –constatan– a la legalización del aborto.
El texto constitucional, aprobado por el Congreso de la República (Artículo 2), dice: «Se prohíbe la pena de muerte. Está prohibido el aborto, salvo la excepción permitida por la ley».
Ante esta última frase, los obispos del Perú desean poner en conocimiento de los congresistas y de toda la sociedad «su profunda preocupación», dice el comunicado.
«La inclusión de posibles excepciones legales al aborto en la Constitución constituye un atentado contra la vida –primer derecho fundamental– dejando a los niños peruanos sin protección constitucional y exponiendo a las madres a las consecuencias de participar en el asesinato de sus propios hijos», sigue aclarando el comunicado episcopal.
«Sería la primera vez que, en una Constitución de América Latina, se menciona que el aborto está permitido», añaden.
«El ser humano, desde su concepción hasta su muerte, tiene la dignidad de persona por haber sido creado a imagen de Dios. En tal sentido, la persona humana goza de unos derechos universales inalienables que deben ser reconocidos y amparados por la sociedad y el Estado», explican los prelados.
«El tema del aborto no es exclusivamente religioso, ni social, ni político –aclaran–: es un problema humano. El valor de la vida trasciende la perspectiva confesional, por ser cuestión de humanidad. Está en juego el hombre mismo».
«La frase «… salvo la excepción permitida por la ley» –siguen diciendo– abre la posibilidad que, en el futuro, se incrementen las excepciones que actualmente permite la ley, quedando en la práctica consagrado el aborto a nivel constitucional».
Los obispos constatan la contradicción que implica el que en el texto aprobado «por un lado, se prohíba la pena de muerte (que sería por gravísimos delitos) y, por otro, se abra la posibilidad legal de la muerte de seres indefensos e inocentes».
«Los obispos del Perú hacemos un fervoroso llamado para que el Estado respete los acuerdos internacionales suscritos; por ello recordamos que la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, suscrito por el Perú, ordena que: «Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Ese derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente»», concluye el comunicado.
