Obispos latinoamericanos entregan un documento social a Angela Merkel

En la V Cumbre de América Latina y la Unión Europea en Lima

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LIMA, lunes, 19 mayo 2008 (ZENIT.org).- Una delegación de obispos latinoamericanos entregó el jueves a la canciller alemana, Angela Merkel, la denominada «Carta de los obispos de América Latina y el Caribe», redactada en el marco de la V Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, El Caribe y la Unión Europea (ALC-UE) realizada en Lima.

En dicha Carta, los obispos latinoamericanos dejan sentada su preocupación por las condiciones políticas, sociales y económicas del continente y proponen acciones concretas a corto y medio plazo.

El presidente del CELAM y el de Cáritas Internationalis, respectivamente monseñor Raimundo Damasceno y el cardenal Oscar Rodriguez Madariaga, SDB, acompañados por el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, monseñor Miguel Cabrejos, OFM, por monseñor Pedro Barreto, SJ, presidente de la Comisión Episcopal de Acción Social del Perú, y por Josef Sayer, director general de la obra episcopal alemana, Misereor, se reunieron por espacio de media hora con la alta funcionaria europea para dialogar abiertamente sobre los puntos que, a juicio de la Iglesia Latinoamericana, deben tenerse en cuenta en la creación de los marcos de referencia de los acuerdos entre los países.

Los puntos más sobresalientes del documento, que lleva también la firma del director de Misereor, enfatizan que los acuerdos por aprobarse entre los mandatarios no deben incrementar más las brechas sociales y económicas de los pueblos, ni afectar al medio ambiente. Estas recomendaciones fueron resaltadas al día siguiente en la ceremonia de inauguración, lo que suscitó la esperanza de que las recomendaciones de la Iglesia serían tomadas en cuenta.

Los obispos expresan su preocupación por la brecha creciente entre pobres y ricos en toda América Latina, situación que pone en peligro la paz social: «No solamente la cohesión social está en peligro, sino también la estabilidad política de los sistemas democráticos en muchos países del continente» dice la Carta.

La situación actual en América Latina esta marcada por problemas ambientales, corrupción, inseguridad alimentaria, desempleo y migración hacia Estados Unidos y la Unión Europea. Todos estos factores agravan todavía más la pobreza y dificultan su erradicación.

Los temas principales de la cumbre son energía, medio ambiente, cambio climático y lucha contra la pobreza. Justamente estos son también los temas abordados por los obispos. «Conscientes que compartimos los mismos valores y principios éticos, proponemos una agenda de trabajo corresponsable en la búsqueda de un modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario».

Los obispos se pronuncian a favor de la subordinación del mercado a un núcleo de referencia ético-cultural; el comercio internacional, dignificación del empleo, derechos de los migrantes y refugiados, políticas sociales coherentes y sostenibles.

Proponen también la implementación de políticas de cooperación internacional que favorezcan la reducción de la desigualdad, garanticen la paz social y que contribuyen a erradicar las causas de la pobreza.

Así como la introducción de una economía ecológica cuya prioridad sea la defensa del ecosistema con el cumplimiento de estándares internacionales vigentes. Esto significa modificaciones sustanciales en los esquemas de producción, de inversión, comercio y consumo.

Y una mayor participación de la sociedad civil en los procesos democráticos para acompañar de forma crítica y constructiva la política en os aspectos sociales.

La V ALC-UE realizada del 15 al 17 de mayo en Lima, Perú, se clausuró con la «Declaración de Lima», en la que los gobernantes se comprometieron a realizar acciones concretas para reducir la pobreza, la desigualdad y la exclusión, como es el caso del analfabetismo; además de implementar políticas medioambientales que reduzcan el impacto del cambio climático, así como diversificar las
fuentes de energía en la producción. Esto debe traducirse en la disminución del uso de los recursos naturales para la industria de los biocombustibles y del carbono en el consumo de energía.

En la cumbre ALC-UE participaron 27 delegaciones europeas y 33 delegaciones de los países de América Latina y el Caribe.

El texto completo de la «Carta de los obispos de América Latina y el Caribe» puede leerse en la sección de «Documentos» de la página web de Zenit (www.zenit.org).

Por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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