Obispos mexicanos piden rezar por la concordia en plena polémica post-electoral

Convocan a una Jornada de Oración por la Reconciliación, la Concordia y la Paz para la semana del 31 de julio al 6 de agosto

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MÉXICO, viernes, 21 julio 2006 (ZENIT.orgEl Observador).- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha emitido un documento en el cual pretende expresar los intereses de la mayoría católica del país sobre los conflictos posteriores a la elección presidencial del 2 de julio, que han sido protagonizados por el candidato Andrés Manuel López Obrador, considerado como el segundo más votado por el Instituto Federal Electoral (IFE).

En una carta firmada por el presidente y el secretario de la CEM, monseñor José Guadalupe Martín Rábago, obispo de León, y monseñor Carlos Aguiar Retes, obispo de Texcoco, así como por el cardenal y arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, y el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, los obispos mexicanos han querido dar su aportación ante un conflicto que amenaza la estabilidad social, económica y política del país.

El conflicto está motivado por la negativa del candidato López Obrador de reconocer los resultados de la elección que, hasta el momento, no le favorecen por algo más de 240 mil votos.

El documento intitulado «Todos unidos por la reconciliación, la concordia y la paz», ha recibido una gran acogida en la prensa mexicana, pues viene a echar luz en medio de la polémica entre las diversas fuerzas sociales.

Entre otras cosas convoca a una Jornada de Oración por la Reconciliación, la Concordia y la Paz para la semana del 31 de julio al 6 de agosto

Por la importancia del comunicado, ZenitEl Observador lo reproduce íntegro a continuación:

* * *

Después de que México celebró la jornada electoral más reñida de su historia democrática, todos los mexicanos hubiéramos querido una culminación del proceso sin mayores complicaciones; sin embargo, lo cerrado de los resultados -de manera particular en lo que se refiere a la elección para la Presidencia de la República- ha dado lugar a impugnaciones y cuestionamientos que han golpeado fuertemente a instituciones consideradas por todos, como el soporte y la garantía de nuestra naciente democracia.

Ha concluido el conteo de votos, pero falta la calificación legal del proceso; sólo entonces tendremos un Presidente electo. Estas tareas corresponden al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que deberá tomar sus decisiones con base en la ley. Para fortuna de la sociedad, este organismo goza de una merecida reputación de imparcialidad y autonomía, que nos permite esperar su veredicto con confianza.

México es un país cada vez más plural en el que debemos alcanzar una convivencia pacífica y respetuosa, puesto que todos buscamos el progreso, la justicia, el respeto a los derechos humanos y el bien de la Patria. Más allá de las diferencias ideológicas, compartimos una historia, unos valores, un destino que ahora está en juego en este proceso. Si bien, en una familia caben legítimamente las diferencias y divergencias, no es concebible el odio, y mucho menos la violencia que siempre es condenable y estéril.

Vivimos en un país con instituciones en el que debemos tener cabida todos los mexicanos. La contienda electoral nos ha hecho más sensibles a la necesidad de trabajar para erradicar la corrupción, la ignorancia y las profundas desigualdades sociales. Estas son las tareas que nos quedan pendientes y que todos los actores políticos reconocen. Nos corresponde encontrar los caminos que nos ayuden a superar los lamentables niveles de pobreza, porque si no hay esperanza para los pobres, no la habrá para nadie, ni siquiera para los así llamados ricos. Necesitamos fortalecer la convivencia pacífica en nuestro país, porque cuando ésta se destruye se causan enormes sufrimientos a todos, pero principalmente a los que menos tienen.

La Iglesia Católica pide a todas las mujeres y hombres de buena voluntad, respetar la ley y trabajar por la reconciliación, el diálogo y el entendimiento; hace un apremiante llamado a la serenidad, a la tolerancia y a la moderación. Exige a las autoridades actuar con verdad y justicia, y pide a las fuerzas políticas comportarse con madurez, generosidad y honestidad.

Por tal motivo, los Obispos de México convocamos del 31 de julio al 6 de agosto, a celebrar una intensa Jornada de Oración por la Reconciliación, la Concordia y la Paz, e invocamos la protección del Sagrado Corazón de Jesús, a quien hemos consagrado nuestra Patria, y la intercesión de Santa María de Guadalupe, Reina de México, para que se mantenga la unidad de nuestro país.

Por los obispos de México:

+ Norberto Cardenal Rivera Carrera. Arzobispo Primado de México
+ Juan Cardenal Sandoval Iñiguez. Arzobispo de Guadalajara
+ José Guadalupe Martín Rábago. Obispo de León, Presidente de la CEM
+ Carlos Aguiar Retes. Obispo de Texcoco, Secretario General de la CEM

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ZENIT Staff

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