Los prelados, proponen más bien «reorientar el dinero que se gasta en programas bélicos nucleares hacia la ayuda y el desarrollo».
La declaración de los obispos tiene lugar después de que el primer ministro británico propusiera «el mayor debate público posible» sobre un nuevo programa para la construcción de un misil nuclear en sustitución del sistema «Trident».
«La Iglesia católica tiene una enseñanza clara y consistente sobre armas nucleares. El uso de armas de destrucción de masas sería un crimen contra Dios y contra la humanidad y nunca debe suceder», afirma una declaración emitida este martes por la Conferencia Episcopal de Escocia, tras la reunión que mantuvo la semana pasada.
El documento recuerda, que, según la enseñanza de la Iglesia, «es inmoral el uso de armas de destrucción de masas en una acción bélica» y cita tanto el Concilio Vaticano II como el Catecismo de la Iglesia Católica para afirmar: «Toda acción bélica que tiende indiscriminadamente a la destrucción de ciudades enteras o de amplias regiones con sus habitantes, es un crimen contra Dios y contra el hombre mismo, que hay que condenar con firmeza y sin vacilaciones».
«La carrera de armamentos no asegura la paz –añaden los prelados escoceses citando el Catecismo–. En lugar de eliminar las causas de guerra, corre el riesgo de agravarlas».
Los obispos recuerdan que en su primer mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Paz (1 de enero de 2006), Benedicto XVI afirmó que «en una guerra nuclear no habría vencedores, sino sólo víctimas»´.
El Papa invitó a los países que poseen armas nucleares a emprender «un desarme nuclear progresivo y concordado».
Por este motivo, los obispos piden al gobierno del Reino Unido que «no invierta en una sustitución del sistema «Trident» y que comience el progreso de desactivación de estas armas con la intención de reorientar el dinero destinado en armamento nuclear hacia programa de ayuda y desarrollo».
