Mientras se registra en Irak el éxodo de unos 150 mil cristianos y minorías religiosas y étnicas, desplazados por el avance del ejercito yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), el papa Francisco lanzó ayer un apremiante llamado para proteger a las poblaciones inermes que están huyendo. El patriarca de Babilonia, Raphael Sako por su parte describió la situación como «una catástrofe humanitaria» y precisó que en Irak al menos 150 mil están huyendo hacia el Kurdistán sin ningún tipo de protección.
El arzobispo caldeo de Kirkuk y Suleimaniya, Joseph Thomas, también levantó su voz y en declaraciones a la AFP indicó: «Es una catástrofe, una situación trágica. Llamamos al Consejo de Seguridad de la ONU a intervenir de inmediato. Decenas de miles de personas aterrorizadas están siendo expulsadas de sus casas en el momento en el que hablamos, no podemos describir lo que está ocurriendo». Y añadió: «Sé que las ciudades de Qaraqosh, Tal Kaif, Bartela y Karamlesh han sido vaciadas de su población y están ahora bajo control de los milicianos» y precisó AFP que allí destruyeron cruces y quemaron manuscritos en las iglesias locales.
Desde Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU en su sesión de ayer jueves por la tarde, hizo un llamado a la comunidad internacional ante la crisis en Irak, con una declaración los 15 países miembros del Consejo que con voz unánime indicaron: «Invitamos a la comunidad internacional a apoyar al gobierno y al pueblo de Irak a hacer todo lo posible para ayudar a aliviar el sufrimiento de la población».
En el Consejo de Seguridad calificaron de ‘escandalosa’ la expulsión de miles de yazidíes y cristianos por los yihadistas y pidieron «ayuda humanitaria urgente” para los desplazados.
Siempre ayer, Estados Unidos realizó una primera operación de lanzamiento de ayuda humanitaria, principalmente agua y alimentos, en favor de los miles de desplazados en el norte de Irak. Los víveres cubrirían la necesidad de unas 8 mil personas de las 40 mil que se encuentran aisladas en una región montañosa y desértica del norte de Irak, en las proximidades el monte Sinjar, en el kurdistán.
Las necesidades son de todo tipo, especialmente de agua, comida, refugio y medicinas. Si estos refugiados intentan bajar de las montañas, corren el peligro de ser masacrados por las tropas islamistas suníes, reportaron diversos medios.
Los refugiados son en su mayoría yazidíes kurdos, y cristianos, que huyeron ante el avance de las tropas islamistas del EIIL. Los yazidíes kurdos, pertenecen a la religión más antigua del mundo junto con la judía, y de los 14 millones que eran, hoy se encuentran reducidos a poco más de 700 mil.
En Estados Unidos, la operación de lanzamiento fue considerada exitosa e indicaron que las Fuerzas Armadas estadounidenses tienen capacidad para entregas adicionales en los próximos días.
De otro lado, el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció siempre ayer desde la Casa Blanca, que dio la autorización para ataques aéreos en Irak, contra blancos determinados. Advirtió que los yihadistas del EIIL sufrirán ataques de la aviación si avanzan hacia Erbil, capital del Kurdistán iraquí, donde se encuentra una sede diplomática estadounidense.
«Podemos actuar –dijo Obama– de forma responsable y prudente, para evitar un potencial acto de genocidio» al referirse a la minoría yazidi y a los cristianos aislados en el norte de Irak. Especificó que los ataques aéreos podrán también “ayudar a las fuerzas en Irak mientras luchan por romper el sitio y proteger a los civiles atrapados allí».
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