CIUDAD DEL VATICANO, 1 en (ZENIT).- Al caer de la tarde, cuando la plaza de
San Pedro se engalana con la nueva iluminación que la ha regalado este
Jubileo, un grupito de personas se siente atraída por un concierto de
campanas, desde el Arco de las Campanas de la Basílica, y el canto de un
coro en vivo. En torno al grupo, que aumenta poco a poco, un grupo de
voluntarios, con la enseña «Fui peregrino y me acogiste», entrega a los que
se incorporan un folleto con el programa de la oración, el Diario delPeregrino y una estrofa del himno jubilar en seis idiomas: francés,italiano, español, inglés, alemán y polaco.
La oración se transmite por Radio Vaticana y, aprovechando también estemedio, el Papa envía cada tarde su bendición vespertina. Se celebra todas las tardes, desde el 26 de diciembre, con excepción de los días en los que haya celebraciones jubilares comunes y manifestaciones especiales, y dura una media hora. Cada día la preside algún obispo o monseñor diferente.
Todos los peregrinos que llegan a Roma están invitados a este momento en el que muchos se encuentran, comparten las aventuras de la jornada y recogen el día de peregrinación agradeciendo y alabando a Dios.
Es importante que los peregrinos comuniquen su participación al Servicio Central de Acogida (SAC), teléfono de Roma 06 696 221, de manera que puedan saber cuáles son los días en que se celebra esta oración. El miércoles, de modo especial, la animación estará a cargo de los jóvenes. En invierno, la oración comienza a las siete de la tarde, y en verano, a las siete y media.
Los peregrinos podrán acudir media hora antes.
