Pakistán: Liberado por falta de pruebas un cristiano acusado de blasfemia

Condenado a cadena perpetua, llevaba más de cuatro años en prisión

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LAHORE, 18 junio 2003 (ZENIT.orgFides).- Tras más de cuatro años de prisión por la acusación de blasfemia, el pasado 4 de junio la Corte Suprema de Lahore (Pakistán) absolvió a un cristiano protestante por falta de pruebas.

Encarcelado en Faisalabad desde 1998 –distrito donde reside, en el centro del país–, Aslam Masih fue sometido varias veces a torturas en la prisión donde cumplía una condena a cadena perpetua, a la que se añadió una multa de 100.000 rupias.

El Tribunal de Faisalabad le condenó el 7 de mayo de 2002 basándose en el articulo 295 del Código Penal por haber proferido insultos contra el Corán y el profeta Mahoma en un episodio ocurrido en 1998. Masih había sido acusado por un mulá local y un miembro del grupo islámico militante «Ahlay Hadees».

Según algunas asociaciones paquistaníes de defensa de los derechos humanos, el caso de Aslam Masih era falso y fue admitido en el Tribunal sin una investigación previa. Además, Masih sufrió el maltrato de un grupo de militantes antes de ser conducido a la comisaría.

Durante el proceso ante la Corte Suprema los acusadores intentaron demostrar la culpabilidad del cristiano, pero numerosos testimonios le exculparon. Otros testigos presenciales confirmaron que, durante el proceso en primera instancia, el juez que condenó a Masih se vio sometido a fuertes presiones por parte de grupos militantes islámicos, congregados en el exterior del tribunal para pedir la condena.

La organización cristiana «Christian Solidary Worldwide» (CSW), que desde el principio luchó por la liberación de Aslam Masih, recibió con alegría el veredicto de absolución definitiva: «Estamos felices por la liberación de un inocente –declaró el director, reverendo Stuart Windsor–, pero no podemos olvidar que existen todavía muchos hombres y mujeres en prisión en Pakistán bajo la misma acusación».

Según Windsor, el caso de Aslam Masih demuestra que la ley sobre la blasfemia es manipulada por los militantes islámicos para perseguir a los cristianos o cuantos no estén de acuerdo con ellos.

«El gobierno paquistaní debería tomar medidas inmediatamente para evitar estos abusos y tutelar a las minorías étnicas y religiosas», subrayó.

El artículo 295/c del Código Penal de Pakistán –señalado como «ley sobre la blasfemia»– condena a «cuantos con palabras o escritos, gestos o representaciones visibles, con insinuaciones directas o indirectas, insultan el sagrado nombre del Profeta». La pena puede llegar a cadena perpetua.

Según la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Pakistán, dicha ley se utiliza con frecuencia para atacar en disputas personales. También añade que desde 1987 hasta la actualidad, al menos 148 musulmanes, 208 ahmadíes, 75 cristianos y 8 hindúes han sido acusados injustamente de blasfemia.

Entre los últimos casos, en abril del 2003 en Ranjha Masih, una mujer cristiana de Faisalabad fue condenada a cadena perpetua y a una multa de 50.000 rupias. En junio del 2002, se sentenció a muerte a Augustine Masih, de Faisalabad, por el delito de profanación, considerado de gravedad.

En abril del 2001, Parvez Masih director de una escuela cristiana en Daska, fue acusado de blasfemia y encarcelado por las denuncias del director de una escuela vecina musulmana que no podía competir con el número de matrículas de la escuela cristiana.

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ZENIT Staff

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