Paquistán: Los cristianos temen un «baño de sangre navideño»

Amenazas de nuevos atentados

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ESTAMBUL, 4 diciembre 2001 (ZENIT.org).- Cinco semanas después de que extremistas islámicos asesinaran a tiros a 15 cristianos paquistaníes en un servicio dominical, los líderes eclesiales de Paquistán reconocen que sus comunidades están «tensas y temerosas» al aproximarse la Navidad.

«Mi gente está un poco temerosa –declaró a la agencia Compass desde Multan el obispo John Victor Mall de la Iglesia de Paquistán, protestante–. No diría que han perdido la fe pero han perdido definitivamente su confianza».

El obispo Mall dijo que muchos cristianos estaban intranquilos respecto a asistir a los tradicionales programas de Adviento este año en su diócesis, que incluye la congregación de Bahawalpur, atacada el 28 de octubre. Con gran asistencia normalmente, las celebraciones de Navidad tienen lugar por las tardes después del anochecer, indicó.

El obispo dijo que se entrevistó la semana pasada con el viceinspector general de la policía (DIG), que prometió medidas de seguridad para los programas de Navidad de las iglesias locales este año. «Pero la DIG no puede colocar muchos policías en todas partes –dijo el obispo–. De manera que muchos cristianos tienen miedo de venir».

Las amenazas de un «baño de sangre navideño» contra los cristianos han proliferado en Paquistán desde el pasado octubre, cuando la organización terrorista Al Qaeda pidió la muerte de dos cristianos en represalia por cada musulmán muerto en Afganistán. Los cristianos son menos del 3% de la población en Paquistán.

La masacre de Bahawalpur llevada a cabo por hombres armados enmascarados, dos días después de la amenaza terrorista, fue la peor masacre en los últimos 54 años. Los asesinos gritaron eslóganes islámicos declarando que su ataque era «sólo el principio» hasta hacer de Afganistán y Paquistán «el cementerio de los cristianos».

«Todo es impredecible», comentó otro obispo de Punjab. «Puede suceder en cualquier momento o en cualquier lugar –afirmó un laico cristiano de Karachi–. Ayer fue Bahawalpur; mañana puede ser Karachi, Lahore, Peshawar, o cualquier lugar.»

Sólo nueve días después de la masacre, otro miembro de la comunidad cristiana de la ciudad fue asesinado a tiros en su trabajo por presuntos militantes islámicos.

Benjamin Bashir, de 25 años, miembro de la comunidad católica de Santo Domingo, recibió 19 disparos en el aeropuerto. El joven era el único que sustentaba a su madre y familia, ya que su padre es ciego, dijo el obispo católico Andrew Francis.

Dos días después, otro católico fue asesinado a tiros en Peshawar, cerca de la frontera con Afganistán. Casado, con dos niños pequeños, Waheed Paul salió de su casa el 9 de noviembre para ir al trabajo, la organización no gubernamental afgana CRAA, donde no llegó.

Aunque conocido como devoto cristiano, Paul no tenía ningún ministerio eclesial. «Parece claro que la causa del asesinato es el hecho de que era cristiano», dijo una fuente, aunque cristianos locales estaban desconcertados por el hecho de que fuera elegido como objetivo.

En Bahawalpur, la iglesia católica de Santo Domingo, donde tuvo lugar la masacre, fue consagrada de nuevo el 15 de noviembre en una misa solemne por el obispo de Multan Andrew Francis. Permanecen todavía los 142 orificios de bala en sus paredes y el altar.

Los cinco cristianos gravemente heridos en el atentado están «mejorando lentamente», dijo el obispo Francis, y dos de ellos están todavía hospitalizados.

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ZENIT Staff

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