Para que el diálogo interreligioso sea fecundo se necesita «verdad» y «sinceridad»

Editorial de la «Civiltà Cattolica» sobre «una de las urgencias de la Iglesia» en estos momentos

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ROMA, viernes, 16 julio 2004 (ZENIT.org).- El diálogo interreligioso es algo «ineludible», pero para que sea fecundo se requiere que se funde «en la verdad y en la sinceridad», explica la revista «Civiltà Cattolica».

La publicación dedica su último editorial al diálogo interreligioso (17 julio 2004) e indica los problemas que conlleva, así como sus posibilidades.

Este órgano de información de la Compañía de Jesús, que antes de salir a la luz es revisado por la Secretaría de Estado vaticana, constata que en el contexto actual el diálogo interreligioso se ha convertido en «una de las urgencias de la Iglesia».

Ahora bien, el diálogo necesita algunas condiciones para ser «fructífero», aclara la revista de la Compañía de Jesús. Primero, se debe superar la idea según la cual la religión, es dañina y maléfica: «Hoy las religiones mantienen relaciones de respeto y deseo de diálogo para encontrar puntos de encuentro y apagar los polvorines de guerra y conflicto», afirma.

«Juan Pablo II se ha hecho promotor tenaz y convencido del diálogo interreligioso», subraya la el quincenal. La respuesta de los cristianos a la invitación del Papa para el diálogo «ha sido generosa y a menudo entusiasta», añade.

«Los resultados son positivos: se ha creado un clima de respeto y de confianza recíproca para poner fin a la intolerancia y a la recíproca ignorancia del pasado», manifiesta.

Pero el diálogo interreligioso «se ha demostrado difícil», confiesa: «El diálogo de la vida, encontrarse, comprenderse y aceptarse no ha sido difícil, pero el diálogo propiamente religioso, el llamado teológico, ha encontrado graves dificultades».

Entre estas dificultades en el terreno del diálogo teológico, la revista subraya «la recíproca ignorancia de aquello en lo que los interlocutores creen». Segundo, «la persistencia de prejuicios». La mayor dificultad en el ámbito cristiano, sin embargo, está en visiones deformadas de «la persona de Jesús», señala.

La revista critica los intentos de algunos teólogos de reinterpretar la Trinidad y la reencarnación de Jesús porque llevan a una renuncia de la «unicidad de Jesucristo». La «Civiltà Cattolica» recuerda que para el cristiano «Jesucristo es el único salvador de todos los hombres».

«En el diálogo interreligioso el cristianismo no pretende hacerse aceptar por los que profesan otra religión, sino que se quiere dar a conocer en su verdadera naturaleza», señala.

«Si los cristianos renunciasen a los dogmas de la Trinidad y la Encarnación, no quedaría nada de la sustancia del cristianismo», subraya la revista.

«El diálogo interreligioso es auténtico solamente si los que se comprometen en él presentan su propio credo religioso en su autenticidad e integridad», reconoce.

«Todo diálogo interreligioso que por parte cristiana pretendiera prescindir de las enseñanzas dogmáticas auténticas de la Iglesia sería falso, inútil y nocivo», sigue diciendo.

«El diálogo interreligioso tiene sentido sólo si se funda en la verdad y en la sinceridad», advierte.

El editorial concluye afirmando que «si el diálogo interreligioso llevara a las religiones a un mutuo intercambio de dones y valores, no sería inútil y pondría las bases para hacer un mundo más fraterno, justo y pacífico».

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ZENIT Staff

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