Pascua de resurrección y persecución para los cristianos

El fervor religioso y las dificultades, aumentan

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ROMA, sábado, 6 mayo 2006 (ZENIT.org).- El resurgir del interés por la religión ha continuado durante esta Pascua. Las ceremonias de Semana Santa y Pascua presididas por Benedicto XVI fueron multitudinarias. Estos acontecimientos coronaron el primer año del Papa alemán, un año con 4 millones de personas que acudieron a sus audiencias, misas y otras celebraciones, según las cifras publicadas por el Vaticano el 18 de abril.

Al otro lado del Atlántico, miles de personas entraron a formar parte de la Iglesia católica durante la ceremonia de la Vigilia Pascual. No se dispone de cifras de convertidos a nivel nacional, pero sólo en Denver tuvieron lugar 700 bautismos de adultos, informó el 7 de abril la Conferencia Episcopal de Estados Unidos. La archidiócesis de Galveston-Houston, en Texas, informó de que se esperaba el bautismo de 1.090 adultos.

Datos recientes del 2006 Official Catholic Directory indican que 80.521 adultos se bautizaron en la Iglesia católica el pasado año, y 73.296 alcanzaron la plena comunión. Además, hubo 940.194 bautismos de niños.

También aumentan los números en Australia. Un periódico de Sydney, el Daily Telegraph, informó que se esperaba una asistencia más alta que otros años a los servicios pascuales de las catedrales anglicana y católica.

«Está muy claro que hay hambre espiritual en la comunidad y las personas buscan en los lugares tradicionales», afirmaba al arzobispo anglicano de Sydney, Peter Jensen.

El arzobispo católico de Sydney, el cardenal George Pell, comentaba en un artículo en la página web de la diócesis que la asistencia a misa en la mañana del Domingo de Pascua fue la más alta vista en los cinco años en que había estado en la ciudad. También observó que hay un flujo constante de personas que buscaban la fe católica, que habían llegado a la catedral durante el año pasado.

Muros que bloquean a los fieles
Pero la Pascua también fue un momento de dificultades para los cristianos en algunos países, empezando por Tierra Santa. El 14 de abril, el periódico británico Telegraph informaba de que un muro pronto bloqueará la ruta de dos millas utilizada por los peregrinos que desde Betania, pasando por el Monte de los Olivos y Getsemaní, llegaba a la Ciudad Vieja.

La ruta se ha utilizado desde alrededor del siglo IV por aquellos que querían seguir el camino que siguió Jesús a Jerusalén desde donde resucitó a Lázaro de la muerte. La pared de hormigón de 30 pies de alto, que se levantará, formará parte de la barrera de seguridad que está siendo construida por Israel.

El 17 de abril, el periódico Times de Londres informaba de que las autoridades israelíes se habían negado a las peticiones de pases de seguridad realizadas por los cristianos palestinos que querían asistir a las ceremonias pascuales en Jerusalén.

El problema, según representantes del Patriarcado Latino, es con las autoridades militares que controlan el paso a Jerusalén desde las ciudades palestinas. Una de éstas, Belén, la ciudad palestina con la mayor población cristiana, está ahora siendo aislada por Israel con un muro que se completará antes de Navidad.

El padre Human Khzouz, canciller del Patriarcado Latino en Jerusalén, afirmó que había recibido sólo 3.000 de los 7.000 pases de seguridad que solicitó para el Domingo de Ramos, y un pequeño número de los solicitados para los servicios de Semana Santa.

Los cristianos en el objetivo
En Egipto, fueron atacados feligreses que asistían a ceremonias en tres iglesias coptas. La policía declaró que uno de los fieles fue asesinado y más de una docena heridos en los ataques simultáneos ocurridos en la ciudad norteña de Alejandría, informó el 14 de abril Associated Press.

Al menos 17 personas sufrieron diversas heridas: 10 en la Iglesia de los Santos en el centro de Alejandría; tres en la cercana Iglesia de Mar Girgis; y cuatro en una iglesia en Abu Qir, unos pocos kilómetros al este. Los ataques tuvieron lugar durante la celebración de la Misa. Los cristianos coptos celebran el Viernes Santo una semana más tarde.

Al día siguiente la BBC informaba de que cientos de cristianos coptos protestaron en la ciudad de Alejandría, exigiendo mayor protección tras los ataques. Los cristianos constituyen el 10% de la población egipcia y se han quejado a menudo de hostigamiento y discriminación.

Los problemas continuaron los días siguientes, informó la BBC el 16 de abril. Las escaramuzas entre musulmanes y cristianos coptos llevaron al menos a una muerte más. Estalló un episodio de violencia durante el entierro de Nushi Atta Girgis, de 78 años, que murió en uno de los ataques del 14 de abril. Su funeral, al que asistieron cerca de 3.000 personas, se convirtió en un acto de protesta. Hasta ahora la policía ha arrestado sólo a un hombre en relación con los ataques, Mahmoud Salah-Eddin Abdel-Raziq, del que se dice que está loco.

Un análisis de la situación en Egipto, publicado por el Christian Science Monitor el 19 de abril, observaba que la violencia suscita preocupación por el hecho de que la concordia social entre la mayoría musulmana del país y la minoría cristiana copta se esté resquebrajando.

En las últimas décadas se ha vivido un aumento de la violencia de los grupos islámicos en Egipto. «El fundamentalismo islámico se está extendiendo», declaró al Monitor el escritor e intelectual copto, Milad Hanna. «Muchos musulmanes piensan que el Islam debería ser la única religión en Egipto si fuera posible».

Los coptos también se quejan de discriminación. Existen límites a la hora de construir iglesias, y muy pocos coptos ocupan altos cargos en el gobierno.

Problemas en la India
La violencia también estropeó las celebraciones pascuales en la India. El servicio de noticias Compass Direct, en un reportaje del 17 de abril, hablaba sobre un ataque de extremistas hindúes en el estado sureño de Karnataka.

Un grupo de 15 miembros que se dijo pertenecían a la rama juvenil del World Hindu Council realizó un ataque al servicio de la mañana del domingo de Pascua en la Iglesia de los Creyentes en Batanguri. El pastor, V. P. Palouse, sufrió heridas en la cabeza y fracturas en ambas manos. Su esposa también fue golpeada gravemente.

También en Pascua, un grupo de 25 a 30 personas interrumpió una reunión de oración en la ciudad de Balmatta, en el distrito de Mangalore, causando daños significativos. La reunión pertenecía al Living Faith Ministry.

El Viernes Santo, dos mujeres cristianas en el distrito de Jabalpur fueron arrestadas por «promover conversiones». Mariamma Mathew y B. Godwil distribuían propaganda cristiana. Según la Ley de Libertad Religiosa de Madhya Pradesh, cualquiera que promueva la religión y organice funciones religiosas debe obtener permiso de las autoridades locales. La policía declaró que las mujeres no habían obtenido dicho permiso.

Los católicos también se siguen enfrentando a problemas. El Comité Ejecutivo del Concilio Católico de la India expresó su preocupación por las situaciones difíciles en que viven los cristianos en Rajasthan, según un reportaje del 25 de abril del Indian Catholic News Service.

Los miembros de una pequeña comunidad cristiana del estado han sufrido ataques y hostigamiento por parte de grupos hindúes el año pasado. Y el gobierno, en lugar de parar la violencia anticristiana, aprobó una ley el 7 de abril con la intención de controlar la actividad de los misioneros cristianos en las aldeas locales.

Otro problema reciente tuvo lugar en el estado de Gujarat, donde el partido pro hindú Bharatiya Janata del gobierno se negó a renovar un contrato con los administradores católicos de una leprosería en Ahmedabad. Según un reportaje del 5 de abril de Compass Direct, las autoridades afirmaron que las monjas estaban «preciando el cris
tianismo».

Se pidió a las seis religiosas de las Misioneras Salesianas de María Inmaculada que desocuparan sus locales en el Convento Ave María, situado en los terrenos del hospital. «Después de 57 años de servicio a estas personas condenadas al ostracismo», comentaba la hermana Karuna, «se nos ha pedido que nos vayamos».

Negó que se forzara a los pacientes a aceptar el cristianismo. «Había una capilla y una sala de oración, pero a ningún paciente se le obligó a que asistiera a los servicios», afirmó. Como en la primera Pascua, la cruz sigue siendo signo de contradicción.

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ZENIT Staff

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