JERUSALÉN, martes, 11 abril 2006 (ZENIT.org).- Al manifestar Jesús con su muerte y resurrección que «Dios es amor», Pascua constituye un llamamiento a acabar con la violencia y el odio en Tierra Santa, considera el patriarca latino de Jerusalén.
Su Beatitud Michel Sabbah ha hecho una interpretación a la luz de la Biblia del momento decisivo que viven palestinos e israelíes en el mensaje con motivo de la Pascua que presentó este martes en una rueda de prensa concedida en la sede del patriarcado.
«Cristo Resucitado, el triunfo sobre la muerte, el retorno a la vida, todo eso nos dice que, en primer lugar, Dios está entre los hombres», reconoce la misiva, sin embargo «nuestra vida cotidiana parece estar muy lejos de esta visión del Dios-con-nosotros, de su amor por todos y de los frutos del Espíritu en nosotros».
«Hace falta que creamos en nuestra capacidad de amar, todos, israelíes y palestinos», reconoce el patriarca.
«Nosotros, israelíes y palestinos, somos capaces de liberarnos del miedo nacido en la violencia y el terrorismo, de la ocupación impuesta por la ley del más fuerte, y de la lógica de la muerte y del odio», asegura.
«¡Vosotros que matáis, cesad de matar! –exclama– ¡Vosotros que odiáis, dejad de odiar! ¡Vosotros que ocupáis la tierra, devolvedla a sus propietarios!».
«El amor y la confianza son más eficaces para volver a poseer la libertad perdida, la seguridad perdida y la independencia deseada», afirma.
Su Beatitud Sabbah reconoce que «este lenguaje es extraño a todos aquellos que detentan en sus manos el poder».
«Pero a vosotros también, gobiernos, os decimos –añade–: ¡gobiernos, que no creéis en este lenguaje, vosotros también sois capaces de amar, de vivir y de transformar en términos de vida y paz las relaciones entre los dos pueblos en esta tierra santa!».
El patriarca dirige un mensaje especial a los judíos que en estos días celebran su Pascua para desearles que esta fiesta «sea un manantial de bendición, de amor y de justicia para vosotros y para todos los habitantes de la Tierra Santa».
