Patriarca iraquí espera que con la muerte de líder de Al Quaeda termine la violencia

Comenta el asesinato del terrorista Abu Musab Al Zarqaui

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BAGDAD, jueves, 8 junio 2006 (ZENIT.org).- El patriarca caldeo de Bagdad, Su Beatitud Emmanuel III Delly, espera que tras la muerte de Abu Musab Al Zarqaui, líder de la organización Al Qaeda en Irak, cese la violencia en el país.

Ulterior motivo de esperanza para el líder cristiano la composición del nuevo gobierno iraquí.

Las fuerzas estadounidenses en Irak mostraron este jueves una fotografía del cuerpo sin vida de Al Zarqaui, fallecido el día anterior en un bombardeo al norte de la capital.

«Hay una gran esperanza de que termine la violencia que nos atormenta, pero confirmamos que la mejor solución es siempre el diálogo y no los asesinatos: matarse mutuamente por objetivos personales no puede traer nada bueno», asegura el patriarca.

«Amarse y no matarse es la senda que hay que tener presente», ha declarado a la agencia del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, AsiaNews.

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ZENIT Staff

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