BRUSELAS, domingo, 15 febrero 2004 (ZENIT.org).- Miles de muertes, violaciones masivas de los derechos humanos y movimientos masivos de refugiados en la región centroafricana de los Grandes Lagos han llevado a «Pax Christi Internacional» a pedir a la Comisión para los Derechos Humanos de la ONU una resolución que impulse a la comunidad internacional a proseguir la ayuda en el proceso de pacificación de la zona.
Así se desprende de la intervención escrita –fechada el 2 de febrero bajo el título «Paz y reconciliación en la región de los Grandes Lagos de África»– que ha enviado la organización humanitaria católica para su inclusión en la agenda de la 60ª sesión de dicha Comisión, prevista del 15 de marzo al 23 de abril en Ginebra.
Los conflictos que convulsionan los países de la región –República Democrática del Congo, Ruanda, Burundi y Uganda— han causado miles de muertos y de prófugos y han provocado «graves consecuencias en el plano humano, económico, social y ambiental», dice el documento.
Si bien las causas de los conflictos varían de acuerdo a la situación particular de cada país, existen elementos comunes que siguen empeorando la marcha de la región, tales como «la falta de democracia y de instituciones democráticas», el gobierno inadecuado, la corrupción, la vulneración de los acuerdos y de la ley internacional, así como la impunidad por los crímenes.
«La avidez por los recursos naturales y su saqueo por parte de una élite político-militar, la ausencia de ejércitos nacionales capaces de garantizar la seguridad de la población y la integridad de las fronteras y la proliferación y comercio ilícito de armas pequeñas» son factores que también hay que considerar, advierte «Pax Christi Internacional»
Todo ello sin olvidar que «en la región de los Grandes Lagos, el proceso de reconciliación de un país está fuertemente vinculado al de los otros países» y que «cualquier solución viable tiene un carácter regional».
Para devolver la paz a la región, el organismo católico pide a la Comisión de la ONU una resolución que impulse, entre otros puntos, a la comunidad internacional y de manera específica a las Naciones Unidas a continuar los esfuerzos de ayuda al proceso de pacificación nacional en cada país y el proceso de normalización de las relaciones entre todos los Estados de la región.
Dicha resolución también debe orientarse asegurar las fronteras para erradicar el comercio ilícito de armas ligeras, a aumentar los esfuerzos de la MONUC (Misión de la ONU en el Congo), a apoyar la desmovilización de los niños-soldado, a atender más los casos de violencia contra las mujeres y a buscar soluciones para acabar con el comercio ilícito de diamantes, coltán y otros recursos –tráfico que alimenta los conflictos en el Congo–.
Además, en la intervención escrita de «Pax Christi Internacional» se pide la creación de un Tribunal Penal Internacional para los Grandes Lagos e incrementar la ayuda al desarrollo en estos países a condición de que haya buen gobierno, se destinen dichos fondos a la reducción de la pobreza y se respeten los acuerdos de paz y las normas internacionales.
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