CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 25 julio 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II espera que la Peregrinación Europea de Jóvenes a Santiago de Compostela, del 5 al 8 de agosto, sea una oportunidad para renovar «la propuesta cristiana».
El Santo Padre, como explica en una carta dirigida en latín a su «enviado pontificio» a las celebraciones conclusivas, el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, confía en que el encuentro sirva, además, para preparar la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en agosto de 2005 en Colonia (Alemania).
Como el Papa recuerda en la misiva, publicada este sábado por la Sala de Prensa de la Santa Sede, el lema de la peregrinación es «Testigos de Cristo para una Europa de la esperanza», recogiendo la invitación que lanzó él mismo el pasado 31 de diciembre en otro mensaje escrito con motivo de la inauguración del Año Santo Compostelano.
Miles de jóvenes recorrerán a pie los antiguos caminos trazados por los peregrinos a través de la historia de Europa hasta llegar a la ciudad del apóstol Santiago en Galicia. En las celebraciones finales, podrían reunirse unos cincuenta mil chicos y chicas de todo el viejo continente.
El 7 de agosto por la noche se celebrará una gran Vigilia de Oración en el Monte do Gozo, donde los jóvenes cristianos harán público un documento sobre su compromiso en la construcción de la «Europa de la Esperanza».
Al día siguiente participarán en la eucaristía en la plaza del Obradoiro, que será presidida por el cardenal Rouco, antiguo arzobispo de esta sede y presidente de la Conferencia Episcopal Española.
El Papa Calixto II, en el siglo XII, estableció para Compostela el privilegio de celebrar un Jubileo, con la concesión de indulgencia, todos los años en que el 25 de julio, fiesta de Santiago apóstol, cayera en domingo (como sucede en esta ocasión). El Papa Alejandro III, en 1179 confirmó este beneficio con la bula «Regis aeterni».
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