LOURDES, martes 17 de agosto de 2010 (ZENIT.org).- Del 11 al 16 de agosto, los católicos de Francia se reunieron en Lourdes para celebrar su 137ª peregrinación nacional, presidida por el arzobispo de Lille, monseñor Laurent Ulrich, vicepresidente del episcopado del país.
Caracterizado por el tema Junto a Bernadette, haz el signo de la Cruz, la peregrinación 2010 ha abierto un ciclo trienal dedicado a la oración y centrado en el sacramento del Bautismo.
Las jornadas en Lourdes incluían la eucaristía por las mañanas y la procesión eucarística y el santo rosario por las tardes, para terminar pro la noche con la vigilia de oración y la tradicional procesión de las antorchas.
El programa incluyó también un Vía crucis el 13 de agosto, con una catequesis sobre el “signo de la cruz”, la conferencia de Immaculée Ilibagiza, superviviente del genocidio ruandés del 1994, y la oración por Francia y por el mundo, el domingo 15, con motivo de la solemnidad de la Asunción de María.
Precisamente el 15 de agosto, el Santuario de Lourdes vivió momentos de gran nerviosismo, cuando más de 30.000 fieles y peregrinos tuvieron que salir del lugar mariano después de una llamada que informaba de la presencia de cuatro bombas.
El Santuario permaneció cerrado durante varias horas para permitir a la policía controlar el área. Después se comprobó que se trataba de una falsa alarma de bomba.
La peregrinación nacional estaba organizada por los Agustinos de la Asunción y se enmarcaba en el bicentenario del nacimiento del padre Emmanuel d’Alzon (1810-1880), fundador de la congregación.
