Periodistas, entretelones y curiosidades durante la renuncia de un papa

Los ‘briefing’ en la Sala de Prensa, la noticia de la renuncia, las mil lagunas que tenemos los informadores

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El lunes 11 de febrero, cuando Benedicto XVI convocó el Consistorio, para decidir algunas canonizaciones, todos juraban que no habría noticias. A tal punto que en la sala de prensa del Vaticano estaban solamente unos cuatro periodistas. El papa leyó su renuncia en latín, lo que resultaba difícil de entender. Gracias a sus conocimientos de dicho idioma, Giovanna Cirelli de la agencia de noticias ANSA, entendió de lo que se trataba. Y con decisión, sabiendo que si se equivocaba se jugaba el puesto, escribió pocas líneas que partieron a las 11,47 como un flash. «Il Papa lascia il pontificato dal 28 febbraio». Y rebotó por todos los rincones del mundo. Andrés Beltramo de Notimex, no teniendo el acceso directo, pasó la noticia a la redacción que perdió minutos preciosos, aunque él fue el primero en Twitter. Los otros periodistas cada uno pasó y amplió su informe. En algunos minutos, la sala de prensa se fue llenando de periodistas de todo el mundo, incrédulos ante la impresionante noticia.

El Vaticano es un campo minado para muchos periodistas, vaticanistas y expertos incluidos. A pesar de lo leído en muchos medios, la del papa no fue una dimisión sino una renuncia. Renuncia es el término técnico en el Derecho Canónico, e indica que la misión canónica sin vencimiento recibida por una persona se pone en manos de la autoridad que se la ha confiado. Por ello, libremente, el papa expresó ante el Colegio de los cardenales que el 28 de febrero se entrará en Sede Vacante.

Los briefing en este período se realizan casi diariamente, las preguntas se siguen unas a las otras y no pocas veces se repiten. Son en el Aula Juan Pablo II, con capacidad para unas doscientas personas. Inician con algún comentario sobre el día, por el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, después de que da buen espacio a las preguntas. Y varias de las ruedas terminan porque ya no hay más sobre qué preguntar, y asediados por el hambre puesto que suelen terminar hacia las dos de la tarde.

Preguntas las hay de todo tipo. Las capciosas: un periodista italiano de un medio importante pregunta: «¿El papa sigue siendo aún papa, y si lo es puede retirar la renuncia?».

Si la respuesta fuera «sí», el día siguiente se encontrarán titulares tipo: «El papa podría retirar su renuncia». Y si la respuesta fuera «no»: «El papa ya no manda más en el Vaticano». Creando así gran desinformación. Lombardi se zafa bien: «No respondo a hipótesis fantasiosas que no tienen pie en la realidad», responde.

Hay preguntas interesantes: “¿Podrían adelantar el cónclave visto que no hay funerales?; o «¿El papa podrá salir afuera del Vaticano? ¿Cuál será el título del papa: obispo emérito de Roma? ¿Cómo vestirá Benedicto XVI cuando deje de ser papa? ¿El nuevo pontífice podrá encontrarlo? ¿El anillo del pescador será destruido? ¿Participará el papa en el próximos cónclaves? ¿Si los cuartos del papa tienen que ser sellados, cómo hará el santo padre?».

O las menos instruidas: «¿Qué harán dos papas en el Vaticano?». A lo que el portavoz vuelve a reiterar por enésima vez que hasta el 28 de febrero Benedicto XVI es el papa y después no lo será más.

Responde también que la renuncia es válida y conforme a lo indicado por la ley de la Iglesia; que como Benedicto XVI indicó, después de su renuncia estará retirado, y esto no significa que esté preso o no pueda salir del Vaticano.

A veces el portavoz responde con cautela: lo sabremos en los próximos días. En otros casos especifica o incluso responde con firmeza. «¿El papa no habrá renunciado por las preocupaciones que le da la curia?», pregunta una periodista estadounidense. El padre Lombardi indica que eventualmente la preocupación es la crisis de la fe en el mundo, mucho más que sus colaboradores.

«¿Y las luchas intestinas por el poder?», le pregunta otro, indicando el mensaje de Cuaresma como la prueba de las mismas. Lombardi, con cierta ironía, se dice consciente de que muchos periódicos tienen necesidad de dar color a sus noticias, por lo que recargan la idea de luchas intestinas, si bien las apreciaciones sobre el tema «en la mayoría de los casos van más allá de la realidad”, puntualizó.

Precisó que en cualquier institución «hay una diversidad de puntos de vista, que forma parte de la dinámica normal de todo ente”, y sería preocupante que una institución no las tuviera. Esto no es en sí un hecho positivo o negativo: las diferencias pueden ser «destructivas» si llevan a la falta de amor, al egoísmo y al pecado. En cambio constructivas y eficaces cuando el «enfrentamiento lleva a encontrar juntos el camino de la comunidad”. Y vista la preocupación del papa por la unidad de la Iglesia, lo de la «lucha dentro de la Curia no corresponde a la realidad”.»Si existen diferencias de opinión –concluyó- estas forman parte de una dinámica normal».

El portavoz recuerda también las palabras del papa a los seminaristas y sacerdotes romanos a quienes indica la existencia de un ‘concilio mediático’, que no transmitió bien los contenidos del ‘concilio real’. E invitó por ello a los periodistas a dar una imagen de la Sede Vacante «lo más próxima a la realidad”.

Tampoco faltan algunas preguntas que a decir poco parecerían de mala fe, tipo: «¿Visto que el papa renunció a su responsabilidad, pueden ahora los católicos también renunciar a su fe?». No entendiendo el ejemplo de humildad que significa la renuncia de un papa en un mundo desesperado por el poder, ni la diferencia entre la fe y una tarea otorgada por grande que esta sea.

Algunos de los que se preguntaban años atrás por qué no renunciaba Juan Pablo II, pues, decían, era «como un icono o reliquia que venía transportada, incapaz de gobernar», ahora desconfían de la dificultad física del papa Ratzinger con sus 85 años y plantean sospechas de todo tipo. Si bien aseguran que se quieren jubilar, si posible antes de los 62 años..

Para conocer las respuestas leer: Las preguntas que todos nos hacemos sobre la renuncia de Benedicto XVI: http://www.zenit.org/es/articles/las-preguntas-que-todos-nos-hacemos-sobre-la-renuncia-de-benedicto-xvi.

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Sergio Mora

Buenos Aires, Argentina Estudios de periodismo en el Istituto Superiore di Comunicazione de Roma y examen superior de italiano para extranjeros en el Instituto Dante Alighieri de Roma. Periodista profesional de la Associazione Stampa Estera en Italia, y publicista de la Orden de periodistas de Italia. Fue corresponsal adjunto del diario español El País de 2000 a 2004, colaborador de los programas en español de la BBC y de Radio Vaticano. Fue director del mensual Expreso Latino, realizó 41 programas en Sky con Babel TV. Actualmente además de ser redactor de ZENIT colabora con diversos medios latinoamericanos.

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