«Perú abre los brazos al Papa»

Habla el Embajador peruano ante la Santa Sede

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CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 30 agosto 2007 (ZENIT.org).- Perú espera al Papa. El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, ha recibido el encargo de transmitirle a Benedicto XVI la invitación del presidente del país, Alan García, para que vuelva al país que conoció en 1986.

El terremoto que ha azotado el Perú y ha dejado más de 500 víctimas ha sido un momento en el que el pueblo peruano «ha apreciado el apoyo espiritual y también material» de la Iglesia universal, y especialmente «la cercanía» del Papa.

Así lo cuenta a Zenit el embajador del Perú ante la Santa Sede, Alfonso Rivero Monsalve, en esta entrevista realizada el día de la patrona nacional peruana, santa Rosa de Lima.

Por otra parte, el embajador recuerda que solamente «mediante políticas de Estado y solidez institucional» podrá hacer frente a la «impresentable situación de la pobreza» en el país andino.

–Benedicto XVI estuvo en el país en 1986: ¿cree que volverá?

–Embajador Rivero Monsalve: Nada sería más grato para este pueblo peruano, religioso, sensible, agradecido, que Su Santidad volviera a pisar territorio peruano.

En 1986 en circunstancias dramáticas para el país el entonces cardenal Joseph Ratzinger nos visitó y sus homilías en Lima y en Cuzco siguen siendo leídas con mucho interés.

La presencia de Su Santidad es muy recordada en el país, y el Perú le abre los brazos esperándolo.

El presidente de la República, a través del secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, que ha visitado estos días la zona afectada por el terremoto, ha reiterado esta semana la invitación para que su Santidad nos visite.

–El terremoto que ha destruido el sur del país ha tenido gravísimas consecuencias. ¿Cuál ha sido el compromiso de las organizaciones católicas?

–Embajador Rivero Monsalve: No me cabe sino expresar mi más profundo agradecimiento. Primero, sumarme al agradecimiento del presidente del Perú transmitido por intermedio del cardenal Bertone al Santo Padre que en tres oportunidades ha hecho un llamado a la ayuda al Perú.

La presencia del Secretario de Estado en la zona afectada como representante del Sumo Pontífice ha sido un mensaje de apoyo y de solidaridad hacia el dolor de los seres humanos que sufren en el sur del Perú y da ánimos para la tarea de reconstrucción que nos queda por delante.

La ayuda espiritual y material han sido muy importantes.

Desde un primer momento Caritas ha estado presente con ayuda directa a través de sus canales, a través de los párrocos en la zona afectada.

El Consejo Pontificio «Cor Unum» ha hecho llegar ayuda directa. El cardenal Juan Luis Cipriano, arzobispo de Lima, dispuso inmediatamente que se trasladaran a la zona afectada religiosos y laicos.

También la Conferencia Episcopal Italiana dispuso un donativo de un millón de euros y hemos sabido que hay disponibilidad para dar mayor ayuda.

Ahora hay un trabajo por delante muy importante pues todas las iglesias de la zona afectada están destruidas.

–En Roma han celebrado una misa por las víctimas del terremoto. ¿Cuál es el mensaje de fe y esperanza que querría usted transmitir a las víctimas?

–Embajador Rivero Monsalve: Esta misa la celebramos en la basílica de San Camilo de Lelis el 23 de agosto que es el día en que la Iglesia Universal recuerda a Santa Rosa de Lima, la patrona del Perú y de América. En el Perú se celebra hoy, 30 de agosto.

El cardenal Giovanni Battista Re ofició la misa y le acompañaron sacerdotes peruanos residentes en Roma.

Allí se dio un mensaje de solidaridad, un mensaje de apoyo hacia todos nuestros hermanos peruanos que han sufrido en este desastre natural.

–¿Por qué Perú es un país fácilmente asociado con pobreza, desastres naturales y corrupción?

–Embajador Rivero Monsalve: El Perú reposa –reposa es un decir– sobre la placa de Nazca que se desplaza continuamente para encontrar la costa peruana y eso origina los movimientos sísmicos que periódicamente asolan el país.

De otro lado hay el fenómeno natural del «Niño», es el calentamiento de las aguas del Pacifico oriental que determina que una corriente de aguas calientes llegue y golpee la costa peruana, y esto influye sobre todo el clima mundial.

Para los movimientos sísmicos y para «El Niño» tenemos que estar preparados.

Me pregunta usted también sobre la corrupción y la pobreza. El esfuerzo que tenemos que hacer los peruanos es el de consolidar nuestras instituciones para luchar eficientemente contra la lacra de la corrupción y para que el drama de la pobreza, que nos interpela diariamente, sea superado.

Solamente con instituciones sólidas, con políticas muy firmes y metas muy claras lograremos vencer a la lacra de la corrupción y a esta impresentable situación que constituye la pobreza en el Perú.

El Gobierno esta haciendo enormes esfuerzos y ya se está reduciendo en manera apreciable el número de peruanos que están en la franja de pobreza extrema. Es un proceso que requiere constancia y políticas de estado. Y las políticas de estado son el resultado de instituciones sólidas.

–El Papa ha llamado a los católicos peruanos a estar presentes en la vida pública. ¿No hay contribución suficiente?

–Embajador Rivero Monsalve: El Santo Padre ha detectado que en general en América Latina hay una ausencia de los católicos en la actividad pública de los países. Esto lo mencionó en su discurso en Aparecida.

En cuanto al Perú creo que por todas las vicisitudes que hemos tenido debido al terrorismo y a los problemas institucionales muchos católicos se ausentaron de la actividad pública.

Sin embargo, creo también que el esfuerzo que se está haciendo ahora de consolidación de instituciones y de priorizar la lucha contra la pobreza son un incentivo para que los católicos asumamos nuevamente el rol que nos corresponde en la sociedad, entre otras razones, por los contenidos valóricos que podemos y debemos aportar.

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ZENIT Staff

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