LIMA, martes, 13 abril 2010 (ZENIT.org).- La congresista Fabiola Morales Castillo denunció constitucionalmente al Ministro de Salud de Perú. Presentó demanda por desacato al fallo del Tribunal Constitucional que prohíbe la distribución de la píldora del día siguiente. La congresista acusa al ministro de atentar contra la vida del no nacido.
La congresista Fabiola Morales Castillo interpuso –ante el Congreso de la República- una denuncia constitucional en contra del ministro de Salud, Oscar Ugarte Ubilluz, por desobedecer la sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el expediente Nº 2005-2009-PA/TC y, por tanto, infringir el artículo 139, inciso 2, de la Constitución Política del Perú, que señala que “ninguna autoridad puede (…) dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada (…), ni modificar sentencias ni retardar su ejecución”.
La denuncia se refiere a la decisión del ministro de Salud de autorizar la distribución de la la píldora del día siguiente, en contra de la decisión constitucional que prohíbe esta práctica.
“Consentir la conducta del ministro de Salud sentaría un nefasto precedente que permitiría que cualquier persona interpretando a su antojo los fundamentos de una sentencia pueda eximirse de lo que ésta le ordena, lo que significaría el fin de la autoridad, de las resoluciones judiciales y la quiebra del Estado de Derecho”, enfatizó la congresista Morales.
Como se recuerda, el 22 de octubre de 2009 el Tribunal Constitucional, como máximo organismo constitucional, emitió una sentencia por la cual se ordenaba al Ministerio de Salud se abstuviera de desarrollar como política pública la distribución gratuita a nivel nacional de la denominada píldora del día siguiente.
“Sin embargo, el 8 de marzo el ministro Ugarte salió a los medios para comunicar al país que supuestamente estaba presentando nuevas pruebas y, con ello, desacatando el fallo del TC. Oficializó su postura con la Resolución Ministerial Nº 167-2010/MINSA, con la que pretende autorizar el reparto de la píldora del día siguiente”, indicó la legisladora, quien pidió públicamente al ministro que se aboque a resolver problemas de salud pública básicos y fundamentales para el país.
Morales Castillo manifestó su preocupación por la manera como se ha tratado un asunto tan delicado en materia jurídica.
“No podemos pasar por agua tibia un hecho tan grave. La Constitución señala el camino por donde el ministro debió ir, y es que cualquier cambio en lo ordenado por el TC tendría que estar contenido en una nueva sentencia ante un nuevo proceso, de lo contrario es, simplemente, desobedecer un mandato”, sostuvo la legisladora, a la vez que precisó que desobedecer la mencionada sentencia del Tribunal Constitucional hace que el ministro de Salud incurra, además, en el delito de desobediencia a la autoridad, previsto en el artículo 368 del Código Penal.
Morales Castillo señaló que el ministro de Salud, al emitir una resolución que se contrapone a un mandato del Tribunal Constitucional, expone al Presidente de la República a una denuncia por infracción constitucional, al configurarse un incumplimiento a la atribución reconocida y expresada en el artículo Nº 118 de la Carta Magna, que señala en el inciso Nº 1 que corresponde al Presidente “cumplir y hacer cumplir la Constitución y los tratados, leyes y demás disposiciones legales”.
Por su parte el cardenal peruano Juan Luis Cipriani reclamó la destitución del ministro de Salud, Óscar Ugarte. “Yo no sé qué espera el presidente Alan García para mandar al ministro a su casa, porque un ministro que se dedica a distribuir pastillas para matar a los embriones no me parece que es un ministro de Salud”, dijo el cardenal.
“Me da pena decirlo pero ya es una provocación constante del señor ministro, yo espero que simplemente sea pura palabra y no sea una realidad”, declaró el cardenal Cipriani a la emisora limeña Radioprogramas.
Para acceder el texto completo de la denuncia: http://fabiolamorales.wordpress.com/2010/03/19/fabiola-morales-denuncia-constitucionalmente-al-ministro-de-salud/
Por Nieves San Martín
