LIMA, lunes 14 de junio de 2010 (ZENIT.org).- El cardenal Franc Rodè, CM, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, finalizó el pasado sábado 12 de junio una breve pero intensa visita a la archidiócesis de Lima, Perú.
Invitado por Pro Ecclesia Sancta –informa a ZENIT el padre Javier de la Rosa de este instituto religioso–, con el fin de celebrar su fiesta central y la clausura del Año Sacerdotal el día de la Solemnidad del Corazón de Jesús, el cardenal Rodè se mostró muy impresionado por la vitalidad de los nuevos movimientos que nacen en el seno de la Iglesia de Lima y por el gran aporte que, con la fidelidad a su propio carisma, realizan las distintas órdenes y congregaciones religiosas de la archidiócesis.
En su intensa agenda, el cardenal Rodè conoció más de cerca otras congregaciones e instituciones eclesiales de Lima: el jueves 10 ordenó a dos diacónos del Sodalitium Christianae Vitae y por la mañana del viernes se reunió con los hermanos de la Congregación de la Misión, a la que él pertenece.
La noche del viernes 11, el prefecto de la Congregación para los IVC y SVA presidió, ante más de mil quinientos asistentes, la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.
Concelebraron la Eucaristía el cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima, monseñor Alcides Mendoza, arzobispo emérito de Cuzco, y los obispos auxiliares de Lima, Raúl Chau y Guillermo Abanto, además del padre Elías Arribasplata, superior general de Pro Ecclesia Sancta y anfitrión del cardenal Rodè. Junto a ellos, decenas de sacerdotes de la diócesis se sumaban a la celebración.
El sábado 12 por la mañana, participó en un encuentro con más de quinientos religiosos y religiosas de Lima que, convocados por su cardenal arzobispo, se dieron cita en el Colegio Juan XXIII y participaron en un fraternal encuentro en el que reflexionó sobre el “Sentido de la Vida Consagrada hoy”.
El cardenal Rodè, haciendo suya la pregunta que en su tiempo se hiciera santa Teresa de Avila: “¿Qué sería de la Iglesia sin los religiosos?”, realizó una reflexión sobre algunos elementos que a su criterio revisten hoy una gran importancia para la vida religiosa que, en muchos casos, afronta la influencia secularizante de la sociedad actual.
“Si conservan su identidad y viven su carisma seguirán cumpliendo un gran papel en la Iglesia y en la sociedad. Sean fieles al Evangelio, al carisma, a las directrices del Magisterio, viviendo en las condiciones actuales, sin arcaísmos, así tendremos siempre una gran misión que realizar”, concluyó el cardenal Rodè.
