La larguísima fila de fieles sobrepasa desde este lunes las puertas del Santuario del Señor de la Divina Misericordia, en Surco, uno de los distritos de la capital peruana. Miles de devotos esperan con paciencia su turno para venerar una ampolla con sangre de Juan Pablo II. Se trata de un relicario del santo polaco traído a Lima por la religiosa nicaragüense Adela Galindo, fundadora de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.
La madre Adela recibió el encargo de Mons. Slawomir Oder, quien postuló la causa de beatificación y canonización de Karol Wojtyla, de llevar las reliquias por el continente americano. Hace año y medio, empezó el periplo en Estados Unidos. Desde el pasado mes de marzo, las gotas de sangre del Papa Magno, que fueron recogidas durante su última estancia en el hospital Gemelli de Roma, poco antes de su muerte, el 2 de abril de 2005, recorrieron Guatemala, Cuba, El Salvador, Nicaragua y Perú. Tras ser venerado en Lima los días 4 y 5 de mayo, el relicario será llevado a Panamá. La gira latinoamericana concluirá en julio.
Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María han publicado en su página web los vídeos de la acogida que han recibido las reliquias de san Juan Pablo II y también toda la información sobre las próximas visitas.
(IDV)
