Perú: Un obispo, observador en la Comisión de la Verdad y la Reconciliación

La iniciativa tiene lugar con el apoyo de la Santa Sede

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LIMA, 5 septiembre 2001 (ZENIT.org).- Un representante de la Iglesia católica en Perú formará parte como observador de la Comisión de la Verdad y de la Reconciliación que investigará los abusos cometidos contra ciudadanos en el país andino durante los últimos veinte años.

Lo revela la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), en un comunicado de prensa en el que precisa que Juan Pablo II «ve con satisfacción el fin de la Comisión y señala que el tema de la Reconciliación es tan propio de la Iglesia que el mensaje del Papa para la próxima Jornada de la Paz (1 de enero de 2002) será: «Sin Perdón no hay Paz»».

Con ocasión de la visita de saludo del episcopado peruano al nuevo presidente de Perú, Alejandro Toledo Manrique, el 23 de agosto, el mandatario expresó el vivo deseo que un obispo sea miembro de esta Comisión. La Conferencia Episcopal presentó una consulta al respecto a la Santa Sede, quien ha respondido recordando que «la norma canónica establece que los Obispos no pueden aceptar cargos públicos».

Por este motivo, la Secretaría de Estado de la Santa Sede sugiere que un obispo desempeñe en esa comisión el cargo de «observador».

La Comisión examinará tanto los crímenes de naturaleza terrorística como los cometidos contra la humanidad entre mayo de 1980 y noviembre del año 2000, atribuidos a agentes del Estado, paramilitares, guerrilleros y terroristas.

Según informa el programa informativo internacional de «Radio Vaticano», con toda probabilidad el presidente de la misma Conferencia Episcopal, monseñor Luis Armando Bambarén Gastelumendi, será la persona designada como observador de la Comisión.

Según datos ofrecidos por Franciscó Soberón, presidente de la Asociación para los Derechos Humanos de Perú (Aprodeh), se han contado al menos 1.600 casos de violación de los derechos humanos entre 1980 y 2000, entre los que se encuentran las masacres de Accomarca, Cayara y Ayacucho.

La Santa Sede, en el comunicado difundido por la Conferencia Episcopal de Cuba ofrece su apoyo a esta institución «a fin de que haga todo lo posible en promover, en los modos que le son propios, la Reconciliación de las almas».

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ZENIT Staff

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