Pésame de Juan Pablo II por la muerte del cardenal Eyt de Burdeos

Gran teólogo de finales del siglo XX

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CIUDAD DEL VATICANO, 11 junio 2001 (ZENIT.org).- Juan Pablo II ha hecho llegar en un telegrama su oración y cercanía con la arquidiócesis de Burdeos y con los familiares del cardenal Pierre Eyt, a quien el cáncer le quito la vida en la mañana de este lunes.

En la misiva, dirigida al administrador de la arquidiócesis, el pontífice recuerda al purpurado francés como un «hombre de diálogo y de paz», «apasionado por la búsqueda de la verdad», que ha puesto los dones recibidos por Dios al servicio de sus hermanos.

Asimismo el pontífice reconoce su admiración por la valentía con la que ha vivido su enfermedad, confiando totalmente en Dios.

El purpurado había comunicado a sus sacerdotes el Lunes santo de 1999 la enfermedad que en sus últimas semanas de vida fue particularmente dolorosa. A pesar de los sufrimientos, sin embargo, guió su diócesis con entrega total, como explica un comunicado de la misma arquidiócesis.

El cáncer le impidió participar en el reciente consistorio de cardenales, que se celebró en el Vaticano del 21 al 24 de mayo.

El cardenal de Burdeos, de 67 años, fue creado cardenal en 1994, tan sólo ocho años después de haber sido nombrado obispo. El 29 de junio hubiera celebrado sus cuarenta años de sacerdocio.

Figura sobresaliente de la Iglesia en Francia, ha sido también uno de los grandes teólogos de final de siglo. Famoso por su temperamento franco y directo, dirigía la arquidiócesis de Burdeos desde 1989, después de haber pasado tres años como coadjutor.

Miembro de las Congregaciones vaticanas para la Doctrina de la fe y la Educación católica, era también presidente de la Comisión doctrinal de los obispos de Francia.

Con la muerte del purpurado galo, la Iglesia católica cuenta en estos momentos con 182 cardenales, de los cuales 133 son electores (no han cumplido todavía los 80 años). Francia tiene ahora 5 cardenales, 4 de ellos electores.

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ZENIT Staff

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