Pésame de los obispos mexicanos por la muerte del padre Marcial Maciel

Fundador de los Legionarios de Cristo

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MÉXICO, viernes, 1 febrero 2008 (ZENIT.orgEl Observador).- Tras conocer el anuncio del fallecimiento del padre Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha dirigido una carta al padre Álvaro Corcuera Martínez del Río, L.C., director general de la Legión de Cristo y del Movimiento Regnum Christi, para expresar el sentir de los obispos del país que le vio nacer al sacerdote, así como las fundaciones que fue éste motivando a lo largo de su vida sacerdotal.

En la nota de pésame, firmada por el presidente y el secretario de la CEM, monseñor Carlos Aguiar Retes y monseñor José Leopoldo González, respectivamente, los obispos de México expresaron su cercanía «a todos los miembros de la congregación de los Legionarios de Cristo y del movimiento Regnum Christi, por el sensible deceso de su amado padre y fundador».

«En tan dolorosa circunstancia –agregaron los prelados mexicanos en su nota de condolencia al padre Corcuera Martínez del Río–, nos unimos a su pena, elevando fervientes plegarias al Señor para que reciba en su seno al padre Maciel. Al mismo tiempo, le rogamos que transmita a todos los miembros de la congregación nuestros sentimientos de cercanía espiritual y de reconocimiento a su importante labor en la construcción del reino de Dios».

En el párrafo final de la nota de pésame, la presidencia de la CEM, haciéndose eco de la voz de los obispos mexicanos refuerza que «en estos momentos de dolor, pero también de esperanza de vida nueva en Cristo, reiteramos nuestra solidaridad a nuestros hermanos en el episcopado, monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, Obispo Prelado de Cancún-Chetumal y a monseñor Jorge Bernal Vargas, obispo emérito de la misma Prelatura, y a quienes hoy sufren a causa de la partida del padre Maciel a la casa del Padre».

Marcial Maciel Degollado nació en la ciudad de Cotija, en el estado de Michoacán, en 1920, en el inicio de la cruenta persecución religiosa que vivió México y que tuvo su momento más álgido entre 1926 y 1929, de la que el niño Marcial Maciel fue testigo directo; acontecimientos éstos que marcarían su vida. El Padre Maciel Degollado murió el pasado 30 de enero en lo Estados Unidos.

Por Jaime Septién

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ZENIT Staff

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