SANTIAGO DE COMPOSTELA, lunes 8 de septiembre de 2008 (ZENIT.org).- El cardenal Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, mostró el pasado sábado su pesar por el anuncio del Gobierno español de reformar la ley del aborto.
Durante un encuentro con periodistas con motivo de la celebración de las IX Jornadas de Teología del Instituto Teológico Compostelano, el purpurado afirmó que la cuestión del aborto «no es meramente política», sino que «toca las raíces del género humano».
El sucesor del cardenal Joseph Ratzinger como prefecto de la Congregación vaticana explicó que en la base de esta reforma «falta una visión de la vida y de la dignidad de todas las personas, que comienza desde la concepción». Esta cuestión «merece un diálogo cordial», afirmó.
Por su parte, el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo, afirmó este fin de semana durante su homilía en la catedral que «cuando la Iglesia alza la voz contra el aborto está ejerciendo un derecho fundamental».
La Iglesia debe «defender el derecho a la vida, que se antepone ante cualquier interés propio, sea cual sea su estado de gestación. Estar a favor del aborto es como estar en contra del bien más preciado del hombre, que es la vida», declaró el obispo de Toledo
El purpurado español añadió que aunque esta posición «resulte dura», la «misión de la Iglesia es ser atalaya y poner en guardia cuando el hombre, la humanidad o quienes fueren andan por el camino errado para que cambien de conducta», añadió.
