Pocos progresos del G-7 contra la deuda externa

La cumbre de Palermo aplaza nuevas decisiones hasta el encuentro de Génova

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PALERMO, 19 feb 2001 (ZENIT.org).- La reunión de los ministros de Economía y presidentes de los bancos centrales de los países más desarrollados (G-7), celebrada en Palermo (Italia), no ha dado pasos significativos en la promesa de cancelar la deuda de los países más pobres del planeta.

Según se ha dicho en esta cumbre, se presentarán nuevas propuestas en el vértice del G-8 (el G-7 más Rusia) que tendrá lugar en Génova (Italia), en julio próximo.

Se tenderá, según indicaba el comunicado final de Palermo, a ampliar el número de países altamente endeudados (HIPC), candidatos a la cancelación de la deuda externa (ahora son 22 y hay otros 13 que no cumplen los pre-requisitos establecidos), así como a favorecer mayores medidas para el desarrollo de la educación.

La falta de progreso en este capítulo de la reunión ha disgustado especialmente a la organización «Drop the Debt», heredera de la campaña «Jubilee 2000», que había pedido la inclusión de más países en el grupo HIPC, según informaba el 17 de febrero la agencia Reuters.

«El G-7 se ha situado en un terreno peligroso», dijo Jamie Drummond, portavoz de esta organización. «Si no se mueven rápidamente, no construirán las bases de un nuevo acuerdo sobre la deuda que pueda ser aprobado en Génova.

«Drop the Debt» y otros grupos están presionando para que la cumbre de Génova suponaga un nuevo empujón hacia la cancelación de la deuda que, según dicen, corre el riesgo de ser olvidada, ahora que muchas personas piensan en los países ricos que la deuda de todos los países pobres ha sido perdonada.

El G-7 (Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos) acordó el pasado sábado en Palermo firmar un objetivo internacional, que ya existía, de reducir a la mitad la pobreza mundial en el año 2015, algo que, según declaró el ministro de Finanzas británico, Gordon Brown, era muy significativo. «Es necesario dar una mayor importancia a las necesidades de los pobres», dijo Brown, conocido partidario de la cancelación de la deuda.

Pero el ministro del Reino Unido añadió que el objetivo fijado para el 2015 nunca podrá ser alcanzado sin mucha más generosidad en la anulación de la deuda. Muchos países pobres gastan más pagando los intereses de la deuda que en salud y
educación sumadas.

Los 22 países incluidos en el grupo HIPC se han beneficiado de algún recorte de la deuda pero no la cancelación plena que parece estar muy lejos. «Drop the Debt» dijo que estos 22 países sólo han visto una reducción de una tercera parte de sus deudas y están todavía enviando, en conjunto, 2.000 millones de dólares al año a los países ricos para pagar los intereses.

Esta suma podría reducirse a 500 millones de dólares si el Fondo Monetario Internacional(FMI) y el Banco Mundial (BM) deciden comprometerse a cancelar el 100% de las deudas de estos países, como ha hecho el G-7, en lugar del tercio que había acordado.

Esta decisión podría costar al BM 196 millones de dólares al año y al FMI 287 millones de dólares, lo que significa una pequeña suma en comparación de las grandes reservas financieras de estas organizaciones, según «Drop the Debt».

Esta organización encontró apoyo a su idea por parte del ministro de Economía italiano Vincenzo Visco pero el ministro británico dijo que el G-7 no la ha discutido

Italia, Canadá y Reino Unido –tres de los partidarios de la cancelación de la deuda– dijeron a Reuters fuentes cercanas al G-7 estaban planeando un nuevo anuncio de cancelación de la deuda para la reunión del sábado, que se creía estaba relacionada la reducción de la deuda a países que están envueltos en guerras y por tanto excluidos del grupo HIPC, pero nada de todo esto trascendió de la reunión.

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ZENIT Staff

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