Polonia: La centralidad de la Palabra de Dios en la vida del creyente

Ejercicios espirituales para sacerdotes dirigidos por monseñor Bruno Forte

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CRACOVIA, lunes, 8 febrero 2010 (ZENIT.org).- El arzobispo italiano Bruno Forte, predicador de los ejercicios espirituales del Papa Juan Pablo II en 2004, visitó Cracovia, Polonia, con motivo del Año Sacerdotal y predicó los ejercicios espirituales a sacerdotes del 29 al 31 de enero pasados.

A los ejercicios espirituales del pastor de Chieti-Vasto en Italia, muy apreciado profesor de teología dogmática, autor de numerosas publicaciones sobre teología, filosofía y espiritualidad, que tuvieron lugar en el Centro de Formación Espiritual de los Salvatorianos en Cracovia, asistieron más de cien sacerdotes diocesanos y religiosos, informa a ZENIT Piotr Szyrszeń sds, de este centro.

El arzobispo italiano propuso a los participantes en el retiro el camino de la Lectio Divina, que había vivido junto con Juan Pablo II, durante los ejercicios espirituales en el Vaticano en el año 2004.

Particularmente elocuente fue la presencia del director de los ejercicios del Papa Wojtyla durante un retiro en el Año Sacerdotal, para los sacerdotes en su amada Cracovia.

Monseñor Forte habló sobre la centralidad de la Palabra de Dios en la vida del creyente y en el ministerio sacerdotal. En sus introducciones a la oración personal, invitó a mirar la vida de importantes personalidades de la Biblia. En un clima de silencio y de oración personal los participantes del retiro se sumergieron en la experiencia de la fe de Abraham, Moisés, María, san Pablo y san Juan Apóstol, para profundizar su relación con Dios y su pasión por vivir fielmente la vocación sacerdotal.

La época actual fue denominada por el arzobispo italiano “una soledad entre la multitud”, pues al vivir en una multitud nos quedamos solos. Muchos, especialmente los jóvenes, están pasando largas horas mirando internet, convencidos de hablar con los demás, y sin embargo, permanecen solos, sin conseguir una verdadera comunicación.

La Palabra de Dios es la buena noticia para todos los solitarios, pues la Palabra de Dios es una Persona. Quiere tocar el corazón humano y entrar en él.

“¿Sentimos el calor de la Palabra predicándola a los otros?” –preguntó el predicador–. “La palabra de Dios ¿inflama nuestros corazones?, pues la predicación de la Palabra no puede ser la repetición de palabras muertas, sino fuego que arde y enciende a los otros. Si las palabras que hablamos, no enciendan los corazones de los oyentes, es un signo de que no predicamos la Palabra de Dios, sino nuestras palabras. No predicamos ‘algo’ –subrayó monseñor Forte–sino que predicamos a ‘Alguien’. Pues el cristianismo no es una ideología, no es una doctrina sino que es una Persona, es el Viviente, que quiere reunirse con nosotros. Nosotros, sacerdotes, al igual que los creyentes, somos los pobres ateos que cada día se esfuerzan por creer”.

Cada conferencia se terminó con unas preguntas, sobre las que los sacerdotes podían reflexionar y responder en la oración personal, por ejemplo: “¿Para qué vivo? ¿Quién es Jesús realmente para mí? ¿Es el Viviente, a quien conocí y con quien quiero estar? ¿Jesús es la única razón de mi vida? ¿Estoy listo para decirle ‘sí’ una vez para siempre?”

El arzobispo invitó a los participantes a una reflexión profunda: “La fe no es un juego intelectual. La fe significa perder todo por Él. La fe consiste en amar a Jesús sobre todas las cosas y mostrar un afecto por Él”. Monseñor Forte provocó y perturbó: “Se puede vivir sin saber por qué, pero no se puede vivir sin saber para quién”.

La presencia de un pastor de la Iglesia muy sensible y teólogo experimentado, miembro de la Comisión Teológica Internacional, fue para los participantes de los ejercicios el gran regalo.

Al final de los ejercicios espirituales el también miembro de los dicasterios de la Curia romana (Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Consejo Pontificio de la Cultura) respondió a las preguntas de los sacerdotes sobre la Biblia, sobre la preparación para el sacerdocio y los dilemas pastorales, sobre los acontecimientos actuales en la vida de la Iglesia.

“¿Qué espera de los sacerdotes de su diócesis?» –preguntó uno de los participantes–. “Amor, por encima de todo, amor a Jesús y a la gente”, respondió el arzobispo.

Al final de los ejercicios espirituales el padre Krzysztof Wons sds, director del Centro de Formación Espiritual de los Salvatorianos en Cracovia, agradeció a monseñor Bruno Forte, mostrar –no solamente con las palabras, sino también con toda su persona– que el cristianismo no es una ideología, ni solamente una doctrina, sino que es una Persona, es Cristo Viviente.

El padre Wons subrayó: “Gracias porque además de ser un gran teólogo se nos ha presentado como un padre. Usted sabe muy bien que nosotros, los sacerdotes necesitamos tanto encontrar en el obispo a un padre, y a un padre creyente…”.

El Centro de Formación Espiritual en Cracovia (www.cfd.sds.pl) está dirigido por la congregación religiosa de los salvatorianos. Fue fundada en 1997 a iniciativa de los salvatorianos de la provincia polaca.

Ofrece varios encuentros formativos, con especial atención a la persona y su personalidad, a saber: Escuela de Oración con la Palabra de Dios, Escuela Bíblica, Escuela de Dirección Espiritual, nueva iniciativa de Escuela de la Fe, organizada en cooperación con el Centro Alletti de Roma, los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola y los ejercicios de la Lectio Divina. Se implica en la preparación de los formadores diocesanos y religiosos a diferentes niveles: seminarios mayores, noviciados, postulantados, pastoral vocacional etc.

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ZENIT Staff

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