Por qué y cómo de la Colecta del Viernes Santo por Tierra Santa

JERUSALÉN, martes, 13 marzo 2007 (ZENIT.org).- Recordar a todos la absoluta y urgente necesidad de sostener a los hermanos y a las hermanas de Tierra Santa de todos los modos posibles, y de manera particular invocando para ellos la paz que viene de lo Alto: es el sentido de la Colecta del Viernes Santo.

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Heredera de esta solicitud pontificia es la Congregación vaticana para las Iglesias Orientales, como recuerda en su carta anual el prefecto del dicasterio, el cardenal Ignace Moussa Daoud ( Zenit, 6 marzo 2007), y una de las expresiones concretas de esta ayuda caritativa es la Custodia de Tierra Santa.

Fundada por San Francisco de Asís en 1217 y encomendada por el Papa Clemente VI a los Franciscanos en 1342, la Custodia –considerada «perla de las misiones» de la Orden de los Frailes Menores– salvaguarda «la memoria» del paso del Señor en 74 Santos Lugares.

Tiene Comisariados en diversas partes del mundo (unos 70 en 35 naciones) para difundir el conocimiento, amor y veneración por Tierra Santa entre los fieles, promover peregrinaciones y organizar la jornada especial de Viernes Santo invitando a la oración y ayuda de la colecta Pontificia de los Santos Lugares.

En su último boletín, los padres Comisarios de Tierra Santa advierten de la imposibilidad de subsistencia de la Iglesia en esa región sin el apoyo y solidaridad de las otras Iglesias, «a quienes llega el clamor de su angustia y al que responden con la colaboración en la Colecta del Viernes Santo impulsada y urgida por los papas desde hace siglos».

Y es que en la región se necesitan viviendas -alertan- para frenar la tentación del éxodo y que siga disminuyendo la comunidad cristiana; se necesitan estructuras educativas para mantener el nivel de formación que convierta a los cristianos en ciudadanos valiosos en la difícil situación de vida que padecen; se necesitan puestos de trabajo, centros de formación profesional, así como asistencia sanitaria y a los ancianos.

«En el centro de la Tierra, la Iglesia de Jerusalén» vive un drama «que afecta a toda Tierra Santa» y que hunde sus raíces –según los padres Comisarios- «en dos graves situaciones»: está dividida en múltiples confesiones y constituye una minoría que sufre la marginación de toda minoría, ya sea por parte de Israel como por parte del pueblo palestino.

En la labor cotidiana de la Custodia de Tierra Santa específicamente, están comprometidos 300 franciscanos de más de una treintena de naciones.

La Custodia ejerce actualmente la pastoral en otra treintena de parroquias y unas ochenta iglesias; dirige 16 escuelas con 10.000 alumnos y 400 profesores, diversa oficinas con 250 puestos de trabajo, cinco hospederías (las «Casas Nova») con medio millar de plazas para peregrinos, tres residencias de ancianos y dos internados para huérfanos.

Ayuda a las familias brindándoles viviendas o pagando los alquileres. A la juventud universitaria la respalda con becas de estudio, y los niños con guarderías y centros de día.

Además promueve la acción científica, cultural y ecuménica desde la Facultad de Teología Bíblica y Arqueológica, el Estudio Teológico Jerosolimitano, el Centro de Estudios Orientales Cristianos de El Cairo, la Editorial «Franciscan Printing Press» y la asistencia espiritual a peregrinos.

Todas estas actividades son posibles gracias a la generosidad de cristianos de todo el mundo.

En España, el Comisariado o Comisaría de Tierra Santa correspondiente a la Provincia de Castilla se encuentra en Madrid (calle Duque de Sexto, 9; teléfono 91 577 07 15). En las diócesis españolas, el resultado de la Colecta del Viernes Santo en 2006 fue superior a 1,3 millones de euros.

La Colecta del Viernes Santo y todo tipo de ayuda a la Iglesia en Tierra Santa se puede enviar a:
Comisaría de Tierra Santa
Banco Popular: Cuenta 0075-0001-86-0606733003

La Iglesia-Madre de Jerusalén es aquella –recuerdan los padres Comisarios- «a la que acuden los peregrinos en busca de la gracia de los santos lugares; en la que viven distintas comunidades eclesiales –con el drama de la división- porque creen en la fuerza de esa misma gracia, que brota de las «fuentes de agua viva»; que está formada por un pequeño resto: ¡los cristianos de Tierra Santa! que con su presencia secular dan vida y calor a los santuarios, pero que viven en una situación dramática».

Los principales santuarios de Tierra Santa están en Galilea (Cafarnaún –Memorial de San Pedro y ruinas de la Sinagoga-, Caná –lugar del primer milagro de Jesús y capilla de San Bartolomé Apóstol-, Nazaret –Basílica de la Anunciación e iglesia de la Sagrada Familia-, Tabgha –Bienaventuranzas, Primado de San Pedro, multiplicación de los panes y los peces-, Tabor –Transfiguración del Señor- y Tiberíades –iglesia de San Pedro-), Judea (Ain Karem –iglesia del nacimiento de San Juan Bautista y Basílica de la Visitación-, Betania –Santuario de San Lázaro-, Río Jordán –lugar del bautismo del Señor-, Jerusalén –Calvario y Santo Sepulcro; Cenáculo; iglesia de la Flagelación; Basílica de la Agonía y Gruta de los Apóstoles; Dóminus Flevit-, Betfagé –Santuario de las Palmas-, Emaús –Santuario de la aparición de Jesús a los discípulos-), Siria (Damasco –casa de Ananías y lugar de la conversión de San Pablo-) y Jordania (Monte Nebo –Santuario del profeta Moisés-).

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ZENIT Staff

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