El patriarca emérito de Lisboa, cardenal José da Cruz Policarpo, ha fallecido este miércoles, a los 78 años de edad, después de una operación de un aneurisma de aorta. Según informó su familia, el purpurado se sintió indispuesto e ingresó en un hospital de la capital lusa.
La noticia de su muerte ha provocado una profunda conmoción en todo el país. El presidente de la República, Cavaco Silva, ha asegurado que «todos los portugueses, creyentes y no creyentes lamentan la pérdida de una personalidad única que por su lucidez serena y por su luminosa inteligencia de su palabra constituyó una de las más importantes referencias éticas y espirituales de nuestra sociedad».
Por su parte, el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, le ha rendido un sentido homenaje, destacando que se trataba de «un hombre de tolerancia y de fe, al servicio de la comunidad y de la Iglesia católica».
El Partido Socialista, principal formación de la oposición, le ha calificado de «personalidad remarcable de la Iglesia católica, un ejemplo de abnegación y de servicio a la comunidad».
Y los obispos reunidos en Fátima también han querido agradecer a Dios la rica vida de buenas obras del cardenal Policarpo, «intensamente dedicada al servicio de la Iglesia y del mundo, interviniendo en el campo pastoral, cultural y social con sabiduría y coraje evangélico».
La capilla ardiente se ha instalado en la Sé de Lisboa, donde tendrá lugar el funeral el viernes a las 16 horas. Posteriormente será trasladado y enterrado en el monasterio de San Vicente de Fora, panteón de los patriarcas.
José da Cruz Policarpo nació el 26 de febrero de 1936 en Pego, una aldea próxima a Caldas da Rainha (a unos 100 kilómetros de Lisboa), estudió Filosofía y Teología en los seminarios de Santarém, Almada y Olivais, en Lisboa, y se ordenó sacerdote con 25 años.
Estudió entre 1966 y 1970 en Roma, donde se licenció en Teología Dogmática en 1968. Obispo a los 42 años y coadjutor del cardenal patriarca de Lisboa a los 61, fue nombrado por el papa Juan Pablo II como patriarca de Lisboa, ministerio que ocupó entre 1998 y 2013. El Pontífice polaco le creó cardenal en 2001.
Era cardenal elector y participó en el cónclave que eligió a Benedicto XVI y también en el que designó al papa Francisco.
Cuando el Pontífice argentino fue elegido el 13 de marzo de 2013, pidió al purpurado portugués que consagrase su pontificado a la Virgen de Fátima.
