Presentada en la OMS la fundación del Papa para los enfermos más necesitados

Compra medicinas para enfermos de países pobres

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GINEBRA, jueves, 26 mayo 2005 (ZENIT.org).- La Santa Sede presentó el 18 de mayo ante la Asamblea Mundial de la Salud, órgano de decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la nueva fundación del Papa que está ofreciendo medicinas a los enfermos más necesitados.

Los motivos que llevaron a Juan Pablo II a establecer la fundación «El Buen Samaritano» y a Benedicto XVI a ratificarla los expuso en Ginebra el cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud.

«Por desgracia las enfermedades, en singular las infecciosas, se presentan más virulentas en los países más pobres, que precisamente por su pobreza no tienen recursos para poder obtener las medicinas, que gracias al progreso técnico actual, fácilmente podrían tener algún remedio», comenzó constatando el purpurado mexicano.

De hecho, cada año las enfermedades infecciosas son responsables de la muerte de 17 millones de personas, de las cuales el 90% viven en los países en vías de desarrollo.

«Por ejemplo –explicó el cardenal–, el 95% de enfermos de SIDA no tienen dinero para pagar los antiretrovirales».

En la actualidad, siguió denunciando, «no se encuentran ni siquiera en el mercado de algunos de estos países las medicinas para curar las llamadas «enfermedades de pobres», como por ejemplo la tuberculosis, el paludismo, la viruela, el dengue hemorrágico, la leishmaniasis, algunas formas de meningitis, la enfermedad del sueño, etc…».

En el pasado reciente de fines del siglo XX, de 1223 medicinas nuevas introducidas en el mercado entre 1975 y 1997, en 22 años, sólo se introdujeron 13 para el tratamiento de enfermedades infecciosas tropicales.

«El presupuesto total para medicinas en el mundo se estima entre 50 y 60 billones de dólares (USA) por año, y de este presupuesto sólo el 0.2% se dedica a enfermedades respiratorias, tuberculosis y enfermedades diarreicas: estas enfermedades se estima que sean las causantes del 18% de muertes en el mundo», informó Lozano Barragán.

«En la actualidad no se encuentran ni siquiera en el mercado de algunos de estos países las medicinas para curar las llamadas «enfermedades de pobres», como por ejemplo la tuberculosis, el paludismo, la viruela…», reconoció.

Junto con estos problemas de salud, refiriéndose en especial a la salud materno-infantil, reconoció que «es terrible constatar que de 211 millones de nuevos seres humanos que son concebidos, se tienen 46 millones de abortos inducidos, 32 millones entre los que mueren prematuros o mueren al nacer y sólo 133 millones llegan a nacer y vivir».

El objetivo de la fundación «El Buen Samaritano», en un primer momento, explicó, consiste «en comprar medicinas para los más necesitados, y a la fecha ya hemos podido prestar alguna ayuda a enfermos de 11 países de África, uno de Asia y otro de América Latina».

«El 26.7% de los centros de atención a los enfermos de VIH/SIDA en el mundo, son atendidos por la Iglesia católica», informó al final Lozano Barragán.

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ZENIT Staff

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