''Presten una ayuda eficaz a los damnificados, con espíritu generoso y solícita caridad''

Solidaridad de la Iglesia con los afectados por el terremoto en Guatemala

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Por Nieves San Martín

MADRID, jueves 8 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha dirigido hoy un telegrama de pésame al presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala Rodolfo Valenzuela Núñez, obispo de La Verapaz, con motivo del terremoto que ha afectado a la costa del Pacífico del país centroamericano que ha causado hasta el momento 50 víctimas mortales, de ellos 16 niños, 21 desaparecidos, y 155 heridos.

En su telegrama, el papa se dice “hondamente apenado al conocer la dolorosa noticia del seísmo que ha ocasionado numerosas víctimas y heridos, así como innumerables daños materiales en ese amado país”.

Por ello, el pontífice expresa su deseo de “hacer llegar a todos sus hijos e hijas su cercanía espiritual”, a la vez que ofrece “fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos” y eleva “plegarias al Omnipotente, para que otorgue su consuelo a los afectados por tan enorme desgracia e inspire en todos sentimientos de solidaridad fraterna para afrontar la adversidad”.

Así mismo, Benedicto XVI alienta “encarecidamente a las comunidades cristianas, instituciones civiles y personas de buena voluntad, para que, en estos tristes momentos, presten una ayuda eficaz a los damnificados, con espíritu generoso y solícita caridad”.

Con estos sentimientos, el papa invoca “la amorosa protección de Nuestra Señora del Rosario [patrona del país]” e imparte “la confortadora bendición apostólica, como signo de afecto al querido pueblo guatemalteco, tan presente en mi corazón”.

La red de ayuda de la Iglesia Católica en Guatemala se puso en marcha para ayudar a las víctimas del terremoto. El lugar se encuentra a unos 160 kilómetros de la capital guatemalteca, en una región montañosa cerca de la frontera noroeste con México.

El presidente de Guatemala Otto Pérez Molina dijo en rueda de prensa que hay dos mil soldados para apoyar en las labores de rescate en la región de San Marcos, la más afectada por el sismo de entre 7,2 y 7,5 grados, según diversas fuentes, en la escala de Richter, cuyos efectos se hicieron notar en El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y México.

El administrador diocesano de San Marcos padre Antonio Calderón, en declaraciones a los medios, explicó que inmediatamente se desplegó la red de la Iglesia para colaborar con los afectados por el terremoto en la región.

«Hay varias comunidades afectadas como la de San Cristóbal de Chuco. Ya estamos apoyando a las víctimas a través de CONRED, la Cáritas diocesana y la Cáritas nacional» de Guatemala, domentó.

El sacerdote explicó que ya se ha dispuesto la entrega de mantas, víveres y el auxilio en albergues a las familias que han sufrido en una zona en donde muchas de ellas se dedican al trabajo en canteras. 

El administrador diocesano indicó que hasta el momento eran setenta las viviendas afectadas, en su mayoría construidas con adobe y madera o piedra.

Las iglesias en la zona, como la catedral de San Marcos, dijo que los daños fueron menores como grietas en las paredes, vidrios rotos o imágenes, “pero no hay daños mayores», por lo que seguirán abiertos al público.

El padre Calderón exhortó a toda la población a «unirse en la oración y en la plegaria» por todos los afectados, y animó a los fieles de otras latitudes a rezar también por quienes sufren las consecuencias de este terremoto. 

La cifra de muertos por el terremoto de magnitud 7,2 en la escala abierta de Richter que sacudió ayer a Guatemala subió a 48, según el último dato oficial facilitado por el presidente guatemalteco. Dijo que 39 personas murieron en el departamento de San Marcos, el más afectado por el seísmo; otras ocho en Quetzaltenango, y una en Sololá, las tres en las zonas del oeste y noroeste del país. Pérez Molina indicó que al menos 23 personas permanecen desaparecidas, otras 155 sufrieron heridas y más de diecisieta mil fueron afectadas a consecuencia del terremoto.  Decretó este miércoles tres días de duelo nacional por las víctimas y llamó a la población a retomar hoy sus actividades normales, aunque aclaró que se mantiene el estado de «alerta roja» a nivel nacional. 

Las autoridades de Protección Civil y los cuerpos de socorro suspendieron durante la noche las labores de rescate y las reiniciaron hoy a primera hora, indicó la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).

El terremoto, registrado hacia las 10,35 hora local (16,35 GMT) tuvo su epicentro a doscientos kilómetros al suroeste de la capital, frente a las playas de Champerico, en el departamento sureño de Retalhuleu.

Hasta el momento el recuento da 39 muertos en San Marcos, diez en Quetzaltenango y uno en Sololá.

Por su parte, el gobierno español expresó hoy «su más profundo pesar» por las consecuencias del terremoto ofreció «con inmediatez» ayuda humanitaria de emergencia.

En un comunicado y en nombre del pueblo español, transmite «sus más sinceras condolencias y su solidaridad» a las autoridades y ciudadanos guatemaltecos por las consecuencias del sismo.

El Ejecutivo español recalcó que, a través de la base logística de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, situada en Panamá, «está en disposición de ofrecer con inmediatez la ayuda humanitaria y de emergencia que pudiera ser solicitada para paliar los efectos de esta tragedia».

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ZENIT Staff

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