Primer master en Bioderecho y Bioética

Dirigido por el profesor Andrés Ollero

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MADRID, lunes, 7 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).- Dirigido por el profesor Andrés Ollero, titular de la Cátedra Detinsa de Bioética y Bioderecho de la Universidad Rey Juan Carlos, la Universidad madrileña incluye este curso entre sus títulos propios de postgrado un master en Bioética y Bioderecho.

El master aspira a combinar una aportación basada en experiencia clínica directa y una formación jurídica adecuada a las repercusiones que hoy plantean en este ámbito la práctica médica y las innovaciones biotecnológicas.

El profesor Ollero, que lleva ya años ofertando en dicha Universidad una asignatura de libre configuración, accesible para alumnos de cualquier Facultad, sobre «Bioderecho», novedad en el panorama universitario español, ha explicado a ZENIT el motivo que ha dado vida a este master.

«No son pocos los juristas progresivamente interesados en problemas de derecho sanitario, pero necesitan acceder de modo más directo a aspectos prácticos derivados de una experiencia clínica que les resulta ajena. Creo que podrán encontrarlo en este master, en el contexto de una valoración bioética que someta a crítica muchos tópicos que hoy vienen extendiéndose», aclara el director.

Ahora bien, según Ollero el curso no está destinado sólo a juristas.

«Lo que lo caracteriza es su carácter interdisciplinar –añade–, garantizado por la presencia como codirector del doctor Manuel de Santiago, que con un notable bagaje clínico ha presidido durante años la Asociación Española de Bioética. Se muestra muy preocupado por el olvido de los principios de la ética médica originaria, por la falta de decisión de los órganos deontológicos de las corporaciones médicas y la presencia creciente del Estado legislando sobre el acto médico».

«A mí, como jurista –confiesa–, me preocupa constatar que los profesionales sanitarios se ven perjudicados al no disponer de argumentos jurídicos».

Por ejemplo, aclara, «la objeción de conciencia se ha convertido hoy para ellos en un problema frecuente y exige un tratamiento jurídico que va más allá de los criterios meramente éticos».

Por eso, reconoce, «me parece importante que tengan una opinión formada, porque de lo contrario, ante gobiernos que tienden a inmiscuirse cada vez más en su praxis profesional, si no tienen criterios claros, no harán valer adecuadamente sus propios derechos. de ahí la relevancia del carácter interdisciplinar que pretende ofrecer este master».  

Como ejemplo de las consecuencias derivadas de la falta de esa perspectiva interdisciplinar pone el caso de un Colegio de Médicos español que se ha planteado la posibilidad de asumir la creación de un registro de objetores de conciencia.

«Cualquiera se dará cuenta de que eso puede convertirse en una fuente de discriminación; es sorprendente que los encargados de proteger y garantizar el libre ejercicio de una profesión se dediquen a crearle dificultades. Creo que es consecuencia de cierto desconocimiento de cuál es la dinámica jurídica de cuestiones como ésta», afirma. 

Y sin embargo, recuerda, «la garantía de la objeción de conciencia se ha considerado siempre una actitud progresista, expresiva de la virtualidad positiva del Estado de Derecho».

«Nunca ha creado particulares problemas, dado su carácter previsiblemente minoritario. Si llega a generalizarse acabaría en efecto avecinándose a una actitud de desobediencia civil; pero eso es sólo imaginable cuando se legisla contra la mayoría, aspecto éste que invita a una sosegada reflexión», aclara. 

Ha quedado ya abierto el plazo de matriculación para el master, comenzando su impartición dentro del próximo mes de octubre.

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ZENIT Staff

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