Primera beatificación en la basílica de Santa María la Mayor

Pierina de Micheli, difusora de la veneración al Rostro de Cristo

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ROMA, martes 25 de mayo de 2010 (ZENIT.org).- Pierina de Micheli, religiosa milanesa pero romana de adopción, será elevada al honor de los altares este domingo, en la basílica Santa María la Mayor en Roma.

“Es la primera vez que se realiza una beatificación en esta basílica”, cuenta emocionada la hermana Nora Antonelli, superiora general de las Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires, comunidad a la que pertenecía Pierina. “Estamos felices que se haya acogido nuestra petición”, asegura.

La celebración será presidida por monseñor Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la causa de los santos. Mística, la madre Pierina, dedicó toda la vida a difundir el culto al rostro de Cristo y, al mismo tiempo, a luchar contra Satanás. Esto hizo parte de sus propósitos, escritos en su diario personal, el cual fue reencontrado por las hermanas en la celda del convento, luego de su muerte en 1945.

El padre Fabrizio Poloni, delegado episcopal para la Causa de los santos de la diócesis de Novara, cuenta que, cuando era adolescente, la religiosa tuvo manifestaciones sobrenaturales. Como una vez en la que, siendo más que una niña, le pareció sentir la voz de Jesús que le decía: «¿Nadie me va a dar un beso de amor en el rostro para reparar el beso de Judas?”.

La pequeña prometió que le proporcionaría aquel beso: después vino el sufrido sentimiento religioso sufrido. Hasta el punto que – como recuerdan los biógrafos Mariella Scatena y Piersandro Vazan – la joven oraba incluso a la Virgen de las gracias “porque no ‘quería la vocación, es más, había hecho una novena ‘para perderla’”.

Sin embargo, es a la madre Pierina a quien se debe la difusión de la imagen del rostro de Cristo, la cual hizo acuñar en una medalla, que se ha difundido especialmente en América Latina, donde están presentes las religiosas. El mismo año de 1938, el fotógrafo Giovanni Bruner, realizó una fotografía artística de la Sábana Santa: era la misma imagen que mostraba aquella medallita.

En esta entrevista, el postulador para la causa de beatificación, el abogado Andrea Ambrosi, cuenta el camino difícil para llegar a la beatificacion de Pierina de Micheli.

¿ Por que Pierina, a pesar de ser milanesa, fue tan querida por los romanos?

Andrea Ambrosi: Fundadora del instituto Espíritu Santo de Roma, para la educación y la enseñanza escolástica, Pierina se encontraba en la capital en el peor período de la Segunda Guerra Mundial, que también coincidió con sus últimos años de existencia. Vivió entre los barrios Aventino y Testaccio, se hizo amar porque ayudaba a quien se lo pidiera. Desde los sacerdotes hasta las familias, desde los jóvenes hasta los más necesitados. Conversando con los responsables de algunas congregaciones religiosas, he descubierto la como madre Pierina permaneció, por ejemplo, en el corazón de tantos chicos que venían a Roma a estudiar: ella los cuidaba, les daba desayuno. Y eso sin contar del lazo que hacía hecho con el pueblo. En ese sentido, fue más romana que muchos otros.

-¿Cuándo comenzó usted a ocuparse de la causa de beatificación de esta religiosa?

Andrea Ambrosi: Desde 1995. Quien me involucró en esta tarea fue Sor Pía, quien por mucho tiempo fue directora del Instituto del Espíritu Santo. Una mujer muy inteligente y a quien yo estimaba mucho. Preocupada por el hecho de que la causa, que empezó en 1962 – es decir, 17 años después de la muerte de Pierina – se fue “empantanando” y me pidió que me ocupara yo. Así hemos trabajado juntos hasta el final, es decir, hasta marzo de 2009. Pocos días después, el 3 de abril, se dio la lectura del milagro.

-¿Podría explicar por qué el tiempo para su beatificación  ha sido tan largo?

Andrea Ambrosi: El motivo principal es que, por más de tres veces ha cambiado el procedimiento en la Congregación para la Causa de los Santos. Naturalmente, la causa se debió haber adaptado a los cambios. Se comenzó según el Código de Derecho Canónico de 1917, entonces, seguía una normativa mucho más compleja. Se detuvo cuando en 1969 entró la reforma de la Sanctitas Clarior. Tuve que dejar las reformas anteriores para seguir estas nuevas y luego, en 1983, de la constitución apostólica Divinus perfectionis Magister, que una vez más revolucionó todo el proceso.

-Una ultima curiosidad: ¿Cuál fue el milagro se reconoció para que se aprobara la beatificación de la religiosa?

Andrea Ambrosi: A la hermana Pierina se dirigían quienes habían orado por la curación de un hombre que estaba muriendo, luego de haber sufrido un aneurisma. Se recuperó completamente después de un par de horas que los fieles invocaron a Madre Pierina.

Por: Mariaelena Finessi

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ZENIT Staff

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