Primera biografía de sor Nirmala, sucesora de la Madre Teresa

«Dios tiene sed de nuestro amor», afirma

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

MADRID, 3 dic 2000 (ZENIT.org).- ¿Quién es la sucesora de Madre Teresa de Calcuta? ¿Cómo dirige la congregación que la «santa de los pobres» fundó? ¿ Quién es en definitiva Sor Nirmala? A estas y otras muchas preguntas quiere responder Cristina Ansorena, autora de la primera biografía de Sor Nirmala titulada «Sor Nirmala, a la sombra de la Madre Teresa» (Planeta+Testimonio).

–Ante todo, sáquenos una curiosidad sobre sor Nirmala. ¿Cómo y por qué se convirtió Sor Nirmala al catolicismo, y posteriormente ingresó en la Congregación de la Madre Teresa?

–Cristina Ansorena: Desde pequeña tenía la inquietud de servir a los pobres; quería ir a Nepal, país originario de sus padres. Era una buena hindú pero conoció a Jesucristo en la Universidad y, como ella dice, empezó con el deseo y acabó enamorándose. Jesús le salió al encuentro mientras una compañera de habitación se arrodillaba en silencio para rezar. Después de varios años de preparación, se bautizó y entro en la Congregación por la fuerza de una llamada de Dios, a través de la fascinación por la persona y la misión de la Madre Teresa.

–¿Cómo es la sucesora de la Madre Teresa?

–Cristina Ansorena: Es extraordinariamente humilde, atenta y silenciosa. No quería hablar de su vida, le costaba hablar de ella. Sin embargo, cuando hablaba del amor de Cristo, se encendía y expresaba un apasionamiento que sorprendía… Dejaba traslucir siempre su amor filial por la Madre Teresa.

–Fundó la rama contemplativa de la Congregación en 1976 en Nueva York…

–Cristina Ansorena: Sí, eso indica su cercanía y total consonancia con la Madre. Siempre alude a la oración como auténtica caridad para todos, para los más pobres de entre los pobres. Su fe es inmensa, desde luego.

–Nadie esperaba que fuera ella la que iba a suceder a la Madre, ¿quién la eligió realmente?

–Cristina Ansorena: Bueno, en el Capítulo general votaron las representantes de las hermanas de todo el mundo, como se hace siempre. Pero, conociendo un poco como viven la fidelidad las hermanas, se puede pensar que fue la Madre quien quiso tenerla por sucesora.

–¿Cuál es el rasgo más destacado de la espiritualidad de Sor Nirmala?

–Cristina Ansorena: Sin duda alguna, es su pasión por Jesucristo. De ahí nace todo lo demás. Está absolutamente convencida del amor privilegiado, bondadoso y paternal de Dios por cada una de sus criaturas. ¡Y eso que vive en un lugar como Calcuta! Como ella dice, Dios tiene sed de nuestro amor. Es como si esta experiencia la tuviera cautivada. Su amor por los más pobres, por la eucaristía, por la Virgen, por el silencio y la oración, la llenan de esperanza y deseo de responder a todo con el amor que ella recibe.

–¿ Qué aporta de nuevo Sor Nirmala a la Congregación y al mundo?

–Cristina Ansorena: Es como el dedo que señala dónde hay que mirar. Su propia persona, sus palabras, su visión de las cosas… se centran en su carisma, no personal, sino en el de la Congregación. Continuamente remite a la Madre. Aporta la decidida decisión de ser fiel incondicionalmente al don del carisma que recibió la Madre.

–¿Cuál es la mayor preocupación que tiene en estos momentos Sor Nirmala? ¿Y su mayor ilusión?

–Cristina Ansorena: Su preocupación fundamental es la santidad de las hermanas, sin duda. Así lo dice. Si no son santas de verdad, nada de lo que hacen tiene sentido. Es lo que pide a diario. Exhorta con mucha fuerza para que todos los de alrededor respondan al amor de Dios. Y su mayor ilusión es la beatificación de la Madre, la confirmación de la Iglesia ante el mundo entero de la identificación de la Madre con la vida de Cristo.

–¿Cuál es su oración preferida o el texto de meditación que le inspira más?

–Cristina Ansorena: Creo que ella contestaría que el Evangelio, la Palabra de Dios. De hecho, cuando fundó la rama contemplativa de la Congregación, que al principio era como una Congregación nueva, se hicieron llamar: «Hermanas del Verbo» y su misión principal era predicar de persona a persona la Palabra del Evangelio. Y creo que también respondería diciendo que la oración por excelencia es la eucaristía.

–El libro no es una biografía al uso, introduce su pensamiento, sus oraciones, sus cartas…

–Cristina Ansorena: Sí, no veo el interés que puede tener una cosa aséptica y distante. Me empeñé mucho en que fueran las palabras mismas de Sister Nirmala las que expresaran lo que ella quisiera decir. Era mucho mejor dejar que ella hablara. Eso garantiza que no se ha «adornado» nada y creo que tiene una fuerza mayor. Además, su vida es realmente impresionante.

–¿Qué aprendiste de ella? ¿Te dio algún consejo? ¿Qué opinaba de que se escribiera un libro sobre ella?

–Cristina Ansorena: Las Misioneras son muy reacias a la publicidad. Son conscientes de que su misión es muy distinta, predican con los hechos. Así que a Sister Nirmala lo único que le preocupaba era que el libro me sirviera a mí y que en él se mostrara el carisma verdadero de la Madre, que no se hablara tanto de los frutos, sino de las raíces, del porqué de su misión, de la fuente de la que brota su vida.
Por Luis Arnó

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación