CIUDAD DE MÉXICO, viernes, 5 febrero 2010 (ZENIT.org).- En la Universidad Pontificia de México (UPM) se acaban de celebrar unas Jornadas de reflexión sobre el sacerdocio, con motivo del Año Sacerdotal, los días 26 a 29 de enero pasados.
El 26 de enero –informa a ZENIT José Félix García, de la UPM–, tras la bienvenida a todos los asistentes (profesores, alumnos, ex alumnos, sacerdotes y seminaristas) y las palabras de apertura del rector de la Universidad Pontificia de México, Alfredo Vargas, el coordinador de la Sección de Espiritualidad y Formación de las Vocaciones, padre José Luis Ferré Martí, explicó el sentido de esas Jornadas.
Se trata de responder al objetivo que el prefecto de la Congregación para el Clero propuso al comienzo del Año Sacerdotal: “Este año sacerdotal debe ser una ocasión para un período de intensa profundización de la identidad sacerdotal, de la teología sobre el sacerdocio católico y del sentido extraordinario de la vocación y de la misión de los sacerdotes en la Iglesia y en la sociedad”.
La Sección de Espiritualidad y Formación de las Vocaciones, cuya coordinación está confiada a la Hermandad de los Padres Operarios Diocesanos, quiso sumarse a esa corriente de reflexión contribuyendo con esta iniciativa no sólo a “promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes –como expresó el papa Benedicto XVI al convocar el Año Sacerdotal–, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo”, sino también a “preparar mejor a los sacerdotes que precisará nuestra Iglesia en el futuro; y así poder ofrecer a las generaciones futuras nuevos modelos de santidad sacerdotal, que con su testimonio y arraigada espiritualidad sacerdotal se conviertan en forjadores de nuevos santos, que sin duda serán el mejor regalo y bendición para nuestra sociedad”.
El rector animó a los presentes a “vincular el sacerdocio siempre a nuestra historia concreta; y México… hace un siglo estaba iniciando una fuerte persecución a la Iglesia, en la que muchos sacerdotes murieron por dar testimonio de su fe”.
La primera jornada estuvo centrada en el tema de la Teología del sacerdocio. Expuso el “Panorama de la Teología del sacerdocio” el operario Román Sánchez Chamoso, profesor de Teología en los seminarios de Ciudad Bolívar y Caracas, en Venezuela, autor de varias obras sacerdotales en perspectiva latinoamericana.
Presentó aquellos temas o frentes abiertos que existen en la Teología del sacerdocio: el sacramento del orden como manantial del sacerdocio ministerial; la “relacionalidad” como clave integradora de la teología del sacerdocio ministerial; también la teología del “presbiterio” que está pidiendo una atención y desarrollo mucho mayor de lo que se le ha prestado hasta ahora; la “fraternidad sacramental”; una espiritualidad propia y específica la del presbítero; el tema de la mediación: Cristo, mediador único y el sacerdote “representación sacramental” del mediador Cristo; el equilibrio entre los componentes fundamentales del sacerdocio, asumiendo simultáneamente las vertientes cristológico-eclesiológico-comunitaria, y evitando así todo tipo de reduccionismo.
En un segundo momento, se presentaron algunas publicaciones sobre el tema del sacerdocio ministerial: tres manuales y tres obras especialmente significativas sobre el sacerdocio en lengua castellana.
Intervinieron Román Sánchez Chamoso, que presentó su propio libro “Ministros de la nueva Alianza” y la obra “El presbiterio y la fraternidad sacerdotal” de Mario Moronta; Lope Rubio Parrado que hizo lo mismo con el libro de texto “Orden y ministerios” y el “Diccionario del Sacerdocio”, ambas obras de la BAC; y el padre José Luis Ferré Martí, que presentó el “Manual de Espiritualidad Sacerdotal” de Saturnino Gamarra y la obra “Ser sacerdote hoy” de Gisbert Greshake, publicada por Ediciones Sígueme.
La segunda jornada estuvo destinada al tema de la espiritualidad sacerdotal, que fue ganando terreno en la reflexión teológica sobre el ministerio presbiteral a partir del concilio Vaticano II.
El tema fue expuesto por Enrique Glennie Graue, de la Archidiócesis de México, que indicó cómo se ha ido asimilando progresivamente esa espiritualidad en la vida de los presbíteros diocesanos y ayudó a identificar los principales desafíos que se presentan a la hora de hacerla realidad.
Fueron presentadas experiencias concretas de asociaciones sacerdotales que tienen como objetivo ayudar a vivir esa espiritualidad específica sacerdotal. En concreto los sacerdotes del Prado, a cargo del padre Rodolfo Reza Palomares, responsable del Prado de México; la asociación sacerdotal de los Operarios Diocesanos por parte del Padre Lope Rubio Parrado, ex director general; y la congregación del Oratorio de San Felipe Neri, por el padre Said Martínez Alcántara, prepósito del Oratorio en México.
La tercera jornada estuvo dedicada a la formación permanente del sacerdote. La conferencia del operario Lope Rubio Parrado “De la comunidad formativa a la fraternidad sacerdotal”, sirvió para profundizar en la estrecha relación que ha de haber entre la formación inicial y la formación posterior en la vida del sacerdote.
Los proyectos de formación permanente presentados en la segunda parte de la mañana, pusieron de manifiesto lo mucho que se había avanzado en algunos presbiterios.
Antes de finalizar, el coordinador de la Sección de Espiritualidad y Formación de las Vocaciones agradeció a cuantos participaron en las Jornadas de reflexión sobre el Sacerdocio y muy especialmente a los ponentes, a los panelistas y a cuantos colaboraron para que se pudieran llevar a cabo, entregando sendas constancias y agradecimiento por parte de la UPM.
Al decano de la Facultad de Teología Roberto Jaramillo Escutia, le correspondieron las palabras de clausura, quien manifestó su satisfacción por el desarrollo de esas Jornadas e hizo votos para que sus frutos se traduzcan en una valoración cada vez mayor del sacerdocio en la Iglesia y en un aumento no sólo del número de candidatos sino también de la calidad.
