“Proponemos una escuela que tenga como centro a la persona”

XXII Congreso Interamericano de Educación Católica en Santo Domingo

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SANTO DOMINGO, jueves, 4 febrero 2010 (ZENIT.org).- Casi mil congresistas de 23 países de América se reunieron en Santo Domingo, capital de la República Dominicana, para celebrar el Congreso Interamericano de Educación Católica, con el tema “La calidad de nuestra educación desde su identidad”.

Convocaron este congreso la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), y la Unión Nacional de Escuelas Católica (UNEC), de este país.

La reflexión se centró en los dos temas fundamentales: La identidad de la escuela católica, por una parte; y la calidad de la escuela católica, por otra.

En sus mensajes, tanto el cardenal arzobispo de Santo Domingo Nicolás de Jesús López Rodríguez, como Melanio Paredes, ministro de Educación, insistieron en que la Escuela Católica es un modelo que las demás instituciones pueden imitar.

En las diversas ponencias se analizaron los retos que la educación enfrenta, las diversas respuestas que se podrían dar, las exigencias que plantea la identidad de la escuela católica, la pastoral educativa misionera que deben asumir las escuelas que quieren educar a los jóvenes de hoy.

Las estrategias para la educación de calidad, se dijo, pasan siempre por la capacitación y actualización de los docentes, que deben además prepararse para ser agentes de la pastoral educativa, cuando la escuela es una escuela en pastoral.

Los asistentes escucharon el testimonio de dos religiosas, sobrevivientes del terremoto de Haití, quienes hicieron sentir con claridad que su país está más vivo que nunca; que el trabajo de reconstrucción será importante, pero aún más el acompañamiento a todas las personas que han sufrido especialmente a los niños que han perdido a su familia.

Al final del Congreso se enunció la serie de compromisos que todas las federaciones nacionales afiliadas a la CIEC asumieron y rubricaron con su aplauso.

El obispo Juan Vicente Córdoba, en nombre de la Directiva del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), expresó su satisfacción por la realización y el éxito del Congreso; bendijo las resoluciones de todos y auguró un fruto pleno a las diversas delegaciones.

En su Declaración Final, los educadores de los países de América, afirman: “Queremos y proponemos una escuela que tenga como centro y objetivo a la persona, que participe en la comunidad eclesial (parroquia), que esté abierta a las instancias sociales y comprometida con las culturas emergentes, que integre a la familia en los procesos educativos formales y sea signo profético de los valores del Reino”.

Para lograrlo proponen:

1. Situar clara y consistentemente a Cristo en el centro del proyecto educativo-pastoral de las instituciones.

2. Integrar a la familia en los procesos educativo-evangelizadores.

3. Evaluar y revisar de forma continua y sistemática los proyectos educativo-pastorales de las instituciones.

4. Integrar a los diversos estamentos para formar una auténtica comunidad educativa.

5. Incrementar y cuidar la formación permanente de los docentes en los aspectos pedagógicos y profesionales, así como en los aspectos relativos al crecimiento de su Fe.

6. Establecer redes de colaboración interinstitucional e intercongregacional en las tareas educativas.

7. Desarrollar juntos, religiosos y laicos, los procesos de formación compartida: formación, integración y vivencia.

8. Acercarnos a los jóvenes y responder prioritariamente a las necesidades de los pobres y sus nuevas pobrezas.

9. Apoyar solidariamente desde las federaciones nacionales a la escuela católica de Haití en todo el proceso de recuperación.

10. Que estas conclusiones lleguen a todas las confederaciones y centros educativos con el compromiso de ejecutarlas y evaluarlas periódicamente para generar acciones que propendan a una educación en libertad.

Para concluir, reiteran que como congresistas, se sienten “muy cercanos al dolor que están sufriendo nuestros hermanos de Haití” e invitan “a los educadores de América a la solidaridad efectiva con el trabajo de reconstrucción futura de la educación haitiana, uniéndose a los programas que lleven a cabo las distintas organizaciones educativas nacionales e internacionales”.

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ZENIT Staff

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