Proposiciones al Papa aprobadas por el Sínodo (26 a 30)

Exégesis y teología, Antiguo Testamento y Pastoral Bíblica

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CIUDAD DEL VATICANO, martes, 4 noviembre 2008 (ZENIT.org).- Publicamos la traducción al español de las Proposiciones 26 a 30 de la última Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos –cuyo texto oficial está en latín–, objeto de voto personal por parte de los padres sinodales, presentadas al Papa Benedicto XVI.

El texto en latín, por su naturaleza, es reservado y no será publicado, para respetar el carácter consultivo de la asamblea sinodal. Este texto, como su nombre indica, tiene carácter propositivo.

* * *

 

Proposición 26

Ampliar la perspectiva del estudio exegético actual

El fruto positivo aportado por el uso de la investigación histórico-crítica moderna es innegable; al mismo tiempo, sin embargo, es necesario mirar al estado de los estudios exegéticos actuales con una mirada atenta también a las dificultades. Mientras, la actual exégesis académica, también la católica, trabaja a un altísimo nivel por lo que se refiere a la metodología histórico-crítica, incluso con sus felices y más recientes integraciones (cf. Comisión Pontificia Bíblica, «La interpretación de la Biblia en la Iglesia»), no se podría decir lo mismo sobre el estudio de la dimensión teológica de los textos bíblicos. Lamentablemente el nivel teológico indicado por los tres elementos de la Dei Verbum 12 muy a menudo se ve casi ausente.

La primera consecuencia de tal ausencia es que la Biblia se convierte para los lectores actuales en un mero libro del pasado, incapaz ya de hablar a nuestro presente. En estas condiciones, la exégesis bíblica corre el riesgo de convertirse en pura historiografía e historia de la literatura.

La segunda consecuencia, quizá todavía más grave, es la desaparición de la hermenéutica de la fe señalada en la Dei Verbum. En lugar de la hermenéutica creyente se insinua entonces, de hecho, una hermenéutica positivista y secularista que niega la posibilidad de la presencia y el acceso de lo divino a la historia del hombre.

Los padres sinodales, mientras dan las gracias sinceramente a los muchos exegetas y teólogos, que han prestado y prestan una ayuda esencial en el descubrimiento profundo de las Escrituras, piden a todos un crecido empeño para que se alcance con más fuerza y claridad el nivel teológico de la interpretación bíblica. Para llegar verdaderamente a aquél crecido amor por las Escrituras, augurado por el Concilio, se tratará de aplicar con mayor cuidado los principios que la misma Dei Verbum señaló con exhaustividad y claridad.

Proposición 27

Superar el dualismo entre exégesis y teología

Para la vida y la misión de la Iglesia y para el futuro de la fe dentro de las culturas contemporáneas, es necesario superar el dualismo entre exégesis y teología. Lamentablemente, no pocas veces una improductiva separación entre exégesis y teología se produce incluso a los niveles académicos más elevados.

Una consecuencia preocupante es la incerteza y la poca solidez en el camino formativo intelectual también de algunos futuros candidatos a los ministerios eclesiales. La teología bíblica y la teología sistemática son dos dimensiones de aquella realidad única que llamamos teología.

Los padres sinodales, por tanto, dirigen con estima un llamamiento, tanto a los teólogos como a los exegetas, a que, con una colaboración más clara y en sintonía, no le hagan faltar la fuerza de las Escrituras a la teología contemporánea, y no reduzcan el estudio de las Escrituras a la dimensión historiográfica de los textos inspirados.

«Cuando la exégesis no es teología, la Escritura no puede ser el alma de la teología y, viceversa, cuando la teología no es esencialmente interpretación de la Escritura en la Iglesia, esta teología pierde su fundamento». (Benedicto XVI, 14 de octubre de 2008).

Proposición 28

Diálogo entre exegetas, teólogos y pastores

Se pide a las Conferencias Episcopales favorecer con regularidad encuentros entre pastores, teólogos y exegetas para promover una mayor comunión en el servicio a la Palabra de Dios.

Nos auguramos que los exegetas y teólogos puedan compartir cada vez mejor los frutos de su ciencia para el incremento de la fe y la edificación del Pueblo de Dios, teniendo siempre presentes las dimensiones características de la interpretación católica de la Biblia (cf. Comisión Pontificia Bíblica, «La interpretación de la Biblia en la Iglesia», III).

Proposición 29

Dificultad de la lectura del Antiguo Testamento

A veces surgen dificultades en la lectura del Antiguo Testamento a causa de textos que contienen elementos de violencia, injusticia, inmoralidad y escasa ejemplaridad, incluso en figuras bíblicas importantes.

Se requiere por ello una preparación adecuada de los fieles para la lectura de estas páginas y una formación que lea los textos en su contexto histórico y literario, de modo que se favorezca una lectura cristiana. Esta tiene como clave hermenéutica central el Evangelio y el mandamiento nuevo de Jesucristo cumplido en el misterio pascual. Por tanto, se recomienda no descuidar la lectura del Antiguo Testamento que, a pesar de algunas dificultades, es esencial para la comprensión plena de la historia de la salvación (cf. DV 15).

Proposición 30

Pastoral bíblica

La Dei Verbum exhorta a hacer de la Palabra de Dios no sólo el alma de la teología sino también el alma de toda la pastoral, de la vida y de la misión de la Iglesia (cf. DV 24). Los obispos deben ser los primeros promotores de esta dinámica en sus diócesis. Para ser anunciador y anunciador creíble, el obispo debe nutrirse, él el primero, de la Palabra de Dios, de manera que pueda sostener y hacer cada vez más fecundo su propio ministerio episcopal. El Sínodo recomienda incrementar la «pastoral bíblica» no en yuxtaposición a otras formas de pastoral sino como animación bíblica de toda la pastoral.

Bajo la guía de los pastores, todos los bautizados participan en la misión de la Iglesia. Los padres sinodales desean expresar la más viva estima y gratitud así como animan al servicio a la evangelización que tantos laicos, y en especial las mujeres, ofrecen con generosidad y empeño en las comunidades esparcidas por el mundo, a ejemplo de María de Magdala, primera testigo de la alegría pascual.

Traducido del italiano por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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