Protestas por la muerte de un católico en una cárcel de Pakistán

Un joven que salía con una musulmana y fue acusado de blasfemia  

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SIALKOT, miércoles 16 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).- Unos dos mil cristianos salieron este martes a las calles de Sialkot, de Lahore y de otras ciudades de la provincia de Panyab, en Pakistán, para protestar por la muerte de un joven católico fallecido en la cárcel de Sialkot, donde se encontraba por haber sido acusado de blasfemia contra el Islam. 

El cuerpo sin vida de Fanish Robert, de 24 años de edad, fue hallado este martes por la mañana en su celda. 

La policía afirma que se ahorcó, pero cristianos y activistas de derechos humanos aseguran que las autoridades lo torturaron y lo mataron. 

Familiares del fallecido han denunciado que el cuerpo de Robert tenía marcas de tortura y costillas rotas, e incluso la directora regional del Ministerio de Derechos Humanos, Arshad Mahmood Malik, declaró a la agencia UCA News que el caso es sospechoso. 

El joven había sido detenido el pasado 11 de septiembre en la localidad de Jethki, en el distrito de Sialkot, acusado de arrojar parte de un Corán en una cuneta.  

La organización Ayuda a la Iglesia Necesitada informó que Robert había iniciado, con una compañera de colegio musulmana de 18 años, una relación especial que enfureció a los padres de la chica.  

La madre, de acuerdo con los religiosos, habría arrancado una página que contenía versículos del Corán y la habría arrojado ante la casa del joven. 

Este amor prohibido entre adolescentes provocó también, ese mismo viernes 11 de septiembre, que un grupo de fanáticos quemara y profanara la iglesia del Calvario, en Jethki (que todavía permanece cerrada), devastara la localidad y obligara a los cristianos a abandonar la zona. 

La Comisión Nacional para la Justicia y la Paz de la Conferencia Episcopal del Pakistán denunció los hechos y apuntó a las leyes sobre la blasfemia como parte del problema. 

«Pedimos una investigación creíble» para este «caso de asesinato», señala un comunicado de la Comisión. «Lo consideramos un fallo del gobierno provincial de Panyab y del gobierno federal», añade. 

Las leyes sobre la blasfemia fueron introducidas en Pakistán en el 1986, bajo un gobierno encabezado por militares.  

Se basan en el artículo 295B del Código Penal, según el cual la profanación del Corán comporta una pena que puede llegar a ser de cárcel o incluso de muerte. 

Los obispos indican que «para las minorías religiosas, esas leyes han demostrado ser una catástrofe que puede surgir en cualquier momento y lugar». 

Esta Comisión de los obispos católicos de Pakistán ha convocado recientemente una petición popular y está recogiendo firmas para pedir al gobierno la abolición de esa ley, a menudo utilizada para atacar a las minorías religiosas como cristianos y ahmadi, según la agencia Fides

El presidente del país, Pervez Musharraf, intentó reformar la ley en el año 2000, pero no lo logró debido a las presiones de grupos fundamentalistas y de los partidos religiosos. 

Las asociaciones por los derechos humanos han denunciado que las condiciones de las minorías cristianas han empeorado en los últimos meses, y que existe una difusa costumbre de utilizar la ley sobre la blasfemia de modo instrumental. 

Según los datos recogidos por la Comisión Justicia y Paz, el abuso de esta ley priva a numerosas personas inocentes de su libertad y pone en riesgo muchas vidas.  

Hace algunas semanas, diez católicos fueron asesinados en disturbios en la ciudad de Gojra, también en Panyab, y en la cercana aldea de Korian.  

Una multitud de musulmanes destrozaron y saquearon 113 casas de cristianos y causaron destrozos en cuatro iglesias protestantes de estas áreas.  
 
En enero, una iglesia católica en la aldea de Kot Lakha Singh, de Panyab, también fue atacada.  

Del 1986 al 2009 964 personas han sido acusadas de blasfemia, y en muchos casos el tribunal ha dictaminado que las acusaciones eran falsas e infundadas.

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ZENIT Staff

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