CIUDAD DEL VATICANO, 27 enero 2003 (ZENIT.org).- Acaba de publicarse en polaco el carteo privado entre Karol Wojtyla y su amigo filósofo Stefan Swiezawski, un libro que aporta nuevos elementos sobre cincuenta años de la vida de Juan Pablo II.
La obra, publicada por la editorial católica polaca «Biblos», comienza con las primeras misivas, escritas por el joven padre Wojtyla y concluye con cartas escritas ya después de su elección como obispo de Roma.
El volumen, de 406 páginas, que lleva por título «Pełny Wymiar» («Dimensión completa»), no sólo presenta las cartas del Papa actual, sino también las misivas que le escribía el filósofo Stefan Swiezawski, de 95 años, así como la correspondencia entre este último y otros dos sacerdotes.
Uno de ellos, el padre Tadeusz Federowicz, ya fallecido, fue durante mucho tiempo consejero espiritual de Wojtyla.
El padre Janusz Krolikowski, teólogo polaco, en una entrevista concedida a Radio Vaticano ha explicado que el volumen es «un testimonio de diálogo» con el mundo, con la Iglesia, y a nivel personal. Por eso se le ha dado el título de «Dimensión completa». La influencia de este diálogo, constata, se puede ver, por ejemplo, en la encíclica «Fides et ratio» (1998).
En el libro, el profesor Swiezawski formula incluso críticas a la Iglesia en Polonia. Escribe: «Cuanto más avanzo en años, más amo a la Iglesia, pero también más me hago anticlerical».
Wojtyla, según confirma el padre Krolikowski, comprende al filósofo y confiesa «su preocupación por la recepción del Concilio Vaticano II en Polonia», aceptando críticas del profesor por lo que considera «faltas de la Iglesia en Polonia».
Cita, por ejemplo, «la falta de apertura de la Iglesia a los laicos, o el hecho de que la Iglesia no siempre se preocupa de aplicar la reforma litúrgica».
El teólogo constata que Wojtyla reconoce «una fuerte preocupación por la Iglesia en el momento actual».
Entre las novedades que aporta el volumen sobre la personalidad de Karol Wojtyla, el padre Krolikowski subraya su carácter profundamente humano: «vemos a un hombre que vive la amistad, que se acuerda de la familia, que se refiere a los recuerdos queridos del pasado…».
Al mismo tiempo, añade el teólogo, se preocupa mucho por las personas: pregunta por la mujer del profesor, por sus hijos, sus nietos…
Por último, el teólogo dice que el libro no aporta revelaciones particulares, a excepción de la convicción que le comunicó el profesor Swiezawski al cardenal Wojtyla en la que considera que sería elegido Papa.
