¿Qué hace Estados Unidos contra la opresión religiosa en el mundo?

Revelaciones de un informe anual redactado por una Comisión especializada

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WASHINGTON, 18 mayo 2002 (ZENIT.org).- Una agencia federal que supervisa la libertad religiosa en el mundo acusa a la administración Bush de no actuar con suficiente contundencia contra las naciones que más la violan.

El 6 de mayo, la Comisión Internacional Norteamericana para la Libertad Religiosa (USCIRF) lanzó su tercer informe anual, conteniendo recomendaciones políticas para el Presidente, el Secretario de Estado y el Congreso. La comisión ha publicado también informes detallados sobre los países, y recomendaciones sobre China, Indonesia, Corea del Norte, Sudán, Turkmenistán y Uzbekistán.

El informe, que contempla el tema de la libertad religiosa en más de 20 países, critica la inacción del gobierno de Estados Unidos, observaba el Washington Times del jueves de la semana pasada. “Las tomadas por el ejecutivo como respuesta a serias violaciones de la libertad religiosa han sido esporádicas”, dice USCIRF en su informe.

Anualmente se pide al Departamento de Estado que publique un informe titulado “países de especial preocupación” y que recomiende posibles sanciones. Durante tres años, Birmania, China, Irán, Irak y Sudán han formado parte de esta lista, pero no se les han aplicado sanciones más allá de las aplicadas anteriormente en su política por Estados Unidos, observaba el USCIRF.

Al mismo tiempo, la comisión reconoce que sus intervenciones han tenido un efecto positivo en la política del gobierno de Estados Unidos. El documento señala los resultados obtenidos en el caso de Sudán. La comisión fue una de las primeras instituciones en solicitar un enviado a Sudán, un objetivo puesto por el Presidente George W. Bush en septiembre del 2001. El informe también hace notar logros al influir en la política de China, Pakistán y Vietnam.

En cuanto a cambios de política como resultado de los ataques del 11 de septiembre, el informe advierte del peligro de relajar la promoción de la libertad religiosa con la excusa de ganar aliados. “Los Estados Unidos no deben comprometer su compromiso de promover los derechos humanos –incluyendo la libertad religiosa-, durante su campaña contra el terrorismo, y no deben “compensar” ese objetivo a cambio de la cooperación de gobiernos extranjeros en dicha campaña”, afirmaba USCIRF.

Países que preocupan
El informe se centra en algunos países que violan la libertad religiosa. Birmania, por ejemplo, “viola sistemáticamente la libertad religiosa de los monjes budistas y de las minorías étnicas de cristianos y musulmanes”, dice el informe. Estos creyentes tienen que afrontar dificultades a la hora de obtener permisos para construir lugares de culto o imprimir los textos que necesitan.

En cuanto a China, el informe llama la atención sobre “el serio deterioro de la libertad religiosa”. Observa con satisfacción el discurso de Bush durante su reciente visita a China, en apoyo de la libertad religiosa. Pero, a pesar de la presión internacional, China “ha continuado cometiendo serias violaciones de la libertad de religión y creencias”, afirma el informe.

El informe invita al gobierno chino a que “cambie sustancialmente su sistema legal, la política y las prácticas que rigen las organizaciones religiosas y espirituales y sus actividades”. El informe enumera una serie muy larga de recomendaciones para los funcionarios de Estados Unidos en sus negociaciones con China. La comisión también pide cooperación con otros países para presionar a China en este punto. Además, recomienda que las compañías norteamericanas que hacen negocios en China eviten cualquier cooperación en la violaciones de la libertad religiosa.

Indonesia también es calificado como un país problemático en cuanto a libertad religiosa se refiere. El informe observa regiones conflictivas clave donde la religión ha jugado un papel central, incluyendo las islas Molucas y la isla de Sulawesi.

El informe recomienda al gobierno de Estados Unidos que presione con fuerza a Yakarta “para que mantenga a sus tropas escrupulosamente neutrales y profesionales en las Molucas y en Sulawesi”. Añade que “deberían controlarse a ciertos elementos de las fuerzas de seguridad indonesias, especialmente aquellos que han optado por alguna de las partes en los conflictos sectarios”.

En cuanto a Oriente Medio, el informe apunta a Irán e Irak. “El gobierno de Irán está envuelto o tolera violaciones sistemáticas, continuas y notorias de la libertad religiosa, que incluyen la detención prolongada y ejecuciones basadas primaria o enteramente en la religión de las víctimas”, comenta el informe.

En cuanto a Irak: “El gobierno de Saddam Hussein ha llevado a cabo durante décadas una brutal campaña de asesinatos, ejecuciones sumarias, arrestos arbitrarios y detenciones prolongadas contra los líderes religiosos y los seguidores de la mayoría musulmana chiíta y ha intentado minar la identidad de la minoría cristiana (asiria y caldea) y de los grupos yazidi”.

También se critica a Arabia Saudí, donde muchos cristianos y musulmanes chiítas siguen siendo detenidos, encarcelados y deportados, observa USCIRF.

Otro de los países que reciben una especial mención es Corea del Norte. “La libertad religiosa no existe, y la poca actividad religiosa que el gobierno permite se orquesta aparentemente para los visitantes extranjeros”, establece USCIRF.

Sudán, calificado en anteriores informes como “el más violento transgresor del derecho a la libertad de religión y creencia”, añade una crítica adicional este año. Además de continuar presionando al gobierno de Jartum para obtener respeto para los derechos religiosos, el informe urge a los Estados Unidos para que se asegure que las ganancias del petróleo no están siendo usadas para financiar nuevos conflictos ni la represión. Las entradas por la venta de petróleo deberían ponerse en “un fondo fiduciario administrado internacionalmente para que sólo se dedique al desarrollo y a fines humanitarios sobre una base equitativa, tanto para el norte como para el sur”, recomienda el informe.

El informe dedica palabras especialmente duras para Uzbekistán, donde durante años las autoridades han “arrestado, torturado y encarcelado a millares de musulmanes que rechazan el control estatal sobre la práctica religiosa”. El gobierno “sigue aplicando un control excesivo sobre toda práctica de la religión en aquel país”, comenta USCIRF.

El informe admite que el gobierno de Uzbekistán tiene que hacer frente a amenazas de cierto grupos religiosos que recurren a la violencia. Pero “los arrestos masivos de creyentes y los informes de torturas sugieren, sin embargo, que se están cometiendo graves violaciones de la libertad religiosa en aquel país”.

Otro país de Asia central mencionado en el informe es Turkmenistán, “uno de los Estados más totalitarios del mundo de hoy”. USCIRF acusa al gobierno del presidente Saparmurad Niyazov de gobernar por medio “de un intenso culto a la personalidad”. El informe explica que solamente dos religiones, el Islam sunní y la Ortodoxia rusa, son reconocidas oficialmente, “e incluso estas dos sufren restricciones por parte del Estado”. De hecho, el gobierno tolera solamente a aquellos profesores de religión musulmanes y a los creyentes que aceptan y cooperan plenamente con la autoridad estatal.

Europa tampoco sale ilesa. El informe expresa su preocupación por la proliferación de leyes para registrar las religiones e iniciativas “anti-cultos” en los estados miembros de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa.

“Estas leyes e iniciativas pueden infringir el derecho a la libertad religiosa, directamente o creando una atmósfera de intolerancia”, hace notar USCIRF. Por ejemplo, “es preocupante que aparezca una atmósfera cada vez mayor de intolerancia con respecto a los nuevos movimientos
religiosos y a otras minorías religiosas en Bélgica”.

El informe también señala la ley de junio del 2001 contra los cultos promulgada en Francia. Representantes de USCIRF visitaron Francia en un par de ocasiones para investigar la situación en relación con esta nueva ley, lo que dio lugar a formular algunas recomendaciones.

Que los Estados Unidos tengan justificación para actuar como el perro guardián del mundo, es un tema abierto a debate. Lo que parece menos discutible es que, en muchas partes del mundo, la libertad de religión básica sea algo raro.

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ZENIT Staff

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