CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 13 abril 2005 (ZENIT.org).- Todas las personas que presten sus servicios al cónclave para sus diferentes necesidades, ya sean laicos o eclesiásticos, tendrán que pronunciar un juramento de «secreto absoluto» «perpetuamente» sobre lo que atañe a las votaciones para la elección del nuevo Papa.
La disposición fue establecida por Juan Pablo II en los números 46 y 48 de la constitución apostólica «Universi Dominici Gregis», promulgada en 1996, recogiendo la tradición de siglos de esta reunión de cardenales electores que comenzará el próximo lunes.
Según reveló este miércoles un comunicado de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice el juramento de estas personas tendrá lugar en la tarde del viernes, 15 de abril, en el Aula de las Bendiciones, en el Palacio Apostólico.
Según el texto del juramento, cada una de estas personas promete y jura «observar el secreto absoluto con quien no forme parte del Colegio de los Cardenales electores, y esto perpetuamente, a menos que no reciba especiales facultades dadas expresamente por el nuevo Pontífice elegido o por sus Sucesores, acerca de todo lo que atañe directa o indirectamente a las votaciones y a los escrutinios para la elección del Sumo Pontífice».
«Prometo igualmente y juro que me abstendré de hacer uso de cualquier instrumento de grabación, audición o visión de cuanto, durante el período de la elección, se desarrolla dentro del ámbito de la Ciudad del Vaticano, y particularmente de lo que directa o indirectamente de algún modo tiene que ver con las operaciones relacionadas con la elección misma», sigue diciendo la fórmula.
«Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano», concluye.
El comunicado indica la lista de las personas que tendrán que pronunciar el juramento:
–El secretario del colegio cardenalicio, el arzobispo Francesco Monterisi, secretario de la Congregación para los Obispos
–El maestro de Celebraciones Litúrgicas del Pontífice, el arzobispo Piero Marini.
–Los ceremonieros pontificios.
–Los religiosos encargados de la Sacristía Pontificia.
–El eclesiástico elegido por el cardenal decano para que lo ayude en su oficio.
–Los religiosos de varias lenguas para las confesiones.
–Los médicos y enfermeros.
–El personal encargado del comedor y la limpieza.
–El personal de los servicios técnicos (UDG num. 5 y 51).
–Los encargados del transporte de los electores desde la Domus Sanctae Marthae al Palacio Apostólico.
–Los encargados de los ascensores del Palacio Apostólico.
–Los sacerdotes que ayudan a algunos cardenales electores.
El comunicado explica que todos «deben ser instruidos sobre el significado del juramento, tendrán que pronunciar y suscribir personalmente la fórmula prevista ante el cardenal Eduardo Martínez Somalo, camarlengo de la Santa Iglesia Romana y en presencia de dos ceremonieros pontificios».
