Reconstrucción y refugiados: prioridades de Angola en su primer año de paz

Según el mensaje del episcopado del país

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LUANDA, 15 abril 2003 (ZENIT.org).- Con ocasión del primer aniversario de la paz –firmada el año pasado entre el gobierno y la guerrilla de la UNITA (Unión por la Independencia Total de Angola)–, los obispos angoleños han llamado a la población a trabajar por la construcción de la nación y a resolver el drama de los refugiados.

En su mensaje, titulado «Renovar la esperanza», el episcopado reconoce que «Angola vive en este momento, un momento de espera. En verdad todos sentimos en estos días un peso en el corazón, con una nueva guerra destructora en el Medio Oriente».

«Para nosotros, los angoleños, éste es tiempo de construir una patria próspera para todos sus hijos», añaden.

«La guerra significa división y lucha –constataron–, pero esta nueva era deberá ser encuentro y construcción de la fraternidad y del amor».

Igualmente, los prelados subrayaron enérgicamente la necesidad de resolver el drama de los refugiados internos.

«Somos un país de refugiados –reconocieron–. Se ha realizado un importante esfuerzo por parte del gobierno, de las Naciones Unidas y de otros organismos para atender a muchos de estos nuestros hermanos. Sin embargo, sabemos que la situación es muy difícil».

«Los campos y las zonas asistidas por los organismos internacionales tienen muchas dificultades –advirtieron–. Una gran multitud vive con graves problemas de escasez alimentaría, carecen de asistencia médica y escolarización».

Actualmente en Angola los desplazados internos recogidos en campos de refugiados son mas de un millón.

Con unos 14 millones de habitantes, de los cuales el 47% es católico, Angola se independizó de Portugal en 1975 estallando así la guerra civil entre el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) y la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA).

Durante 27 años, el país vivió el conflicto armado más largo del continente africano. Tras el asesinato del jefe histórico de la UNITA, Jonas Savimbi, se firmó el 4 de abril de 2002 el acuerdo final de paz.

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ZENIT Staff

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