Reconstruir la confianza entre cristianos e hindúes

Entrevista con monseñor Sarat Chandra Nayak, obispo en Orissa

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BERHAMPUR, lunes 20 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El principal desafío al que se enfrenta la Iglesia en la India no es la reconstrucción de los edificios destruidos por la violencia anti católica de los fundamentalistas hindúes, sino restaurar la confianza interreligiosa, afirma el obispo de Orissa.

Monseñor Sarat Chandra Nayak está al frente de la diócesis de Berhampur, en el estado de Orissa. En aquella región, sólo en el 2008, cerca de 300 aldeas cristianas y 4.000 hogares fueron destruidos por los fundamentalistas hindúes.

En esta entrevista concedida al programa de televisión “Dios llora en la Tierra” de la Catholic Radio and Television Network (CRTN) en colaboración con Ayuda a la Iglesia Necesitada, el obispo habla de la violencia anticristiana de la región, los factores que agravan las relaciones entre hindúes y católicos, y la esperanza de que tiene a pesar de estas dificultades.

-¿Por qué Orissa es uno de los estados menos desarrollados de la India?

Monseñor Nayak: La gente se dedica a la agricultura. La zona costera es cerca del 20% de todo el área geográfica y el resto es zona montañosa, donde vive la mayoría de la gente que es conocida como dalits.

De hecho, cerca del 40% de la población es dalit y, ¿por qué hay en esta área un porcentaje tan alto de dalits?

Los dalits están allí porque cuando las castas más altas ocuparon la tierra fértil de las zonas costeras no tuvieron sitio a su lado, así que tuvieron que trasladarse a las junglas y a las zonas más altas en las que no hay tierra cultivable.

-¿Cuál es su lema episcopal y por qué lo eligió?

Monseñor Nayak: Mi lema es episcopal es: “Ser un siervo feliz”.

Las personas pueden ser siervos, pero pueden no ser felices. Son forzados y obligados a hacerlo, pero me gustaría ser un siervo feliz.

-Antes noté que cuando su cruz se dio la vuelta detrás dice: Duc in Altum. ¿Eligió también esta inscripción en dorso, y por qué esta frase?

Monseñor Nayak: No la elegí así me la dieron –y también ha sido mi punto de vista y mi deseo.

-¿Después del llamamiento de Juan Pablo II?

Monseñor Nayak: Sí.

-¿Ha sido un modelo para usted?

Monseñor Nayak: Sí, que tengo que dar el 100% de mí mismo. Como obispo, no estoy allí para resolver todos los problemas, pero lo que puedo hacer es darme al 100%.

-Excelencia, el estado de Orissa ha estado, desgraciadamente, en las noticias en el pasado como consecuencia de la violencia contra los cristianos. ¿Puede darnos una idea de por qué hay esta violencia contra los cristianos y de dónde viene – sobre todo de los extremistas hindúes según hemos podido leer?

Monseñor Nayak: ¿Por qué esta violencia? La fuente de la violencia viene seguramente de los radicales hindúes, no hay duda sobre ello, aunque hoy en día presente colores diversos.

La gente ve facetas diversas, que es lo que hace esta violencia complicada, no sólo es vista como violencia comunal, sino que hay otros aspectos.

Por ejemplo razones económicas: los comerciantes, los hombres de negocios de estas zonas altas son en su mayoría de las llanuras y son de las castas más altas. Han hecho siempre negocios. Ahora, gracias a la educación, los dalits y los miembros de las tribus están creando sus negocios y volviéndose empresarios. Esto obstaculiza a esta gente de negocios local, que son hindúes. Así que intentan crear problemas inflamando los sentimientos religiosos para dañar los negocios de los dalits y de los miembros de las tribus locales. Esto ocurrió en el 2007.

La primera distracción y el primer ataque fueron contra las tiendas cristianas, las explosiones. Así que hay una razón económica.

Por toda Orissa, especialmente en estas preocupantes zonas, los hombres de negocios vienen de las castas más altas.

-Creo que es importante aclarar que la mayoría de los cristianos son dalits.

Monseñor Nayak: Sí, el 60% de los cristianos son dalits; el 38% pueden pertenecer a las tribus y el resto son de otras castas.

-Así que el primer ataque era económico porque los hombres de negocios se sintieron amenazados por el creciente desarrollo de la población dalit en los negocios. ¿Hay también una razón política?

Monseñor Nayak: Sí, hay una razón política.

Los dalits y los miembros de las tribus de esta zona son el 40% de toda la población de Orissa, y cuando se unen, se convierten en una gran fuerza política. Por eso la casta más alta intenta dividir a estas dos comunidades.

Así que hay otra faceta; se convierte en una lucha entre los miembros de las tribus y los dalits.

-¿Provocado por?

Monseñor Nayak: Por forasteros, gente de las castas más altas cuyos intereses están en juego cuando se unen estos dos grupos.

Creo que es importante que hablemos de la nota del Consejo de Cristianos Indios. Han catalogado parte de esta violencia.

Quisiera indicar que se analizaron 92 incidentes de violencia en contra de los cristianos. Por ejemplo, cuatro cristianos fueron asesinados con espadas por una multitud de cerca de mil nacionalistas hindúes; dos monjas fueron violadas en público, y  un sacerdote de un centro pastoral, el padre Thomas, fue gravemente golpeado, desnudado y escarnecido.

La violencia es muy dramática – además los hogares son quemados, las iglesias son atacadas y los conventos son destruidos; es muy agresiva.

En diciembre de 2007 el ataque se dirigió contra instituciones y no contra las personas. ¿Por qué? Porque los fundamentalistas hindúes creían que debido a nuestros servicios – las escuelas, la salud, la “ayuda” social a esta gente – las personas se sentían atraídas por el cristianismo. Por eso se aumenta en número.

Su objetivo era destruir estas instituciones a través de los que se da un servicio cristiano a la gente. Pero no se sintieron satisfechos con esto; esta vez atacaron a la gente, y a las instituciones, para traumatizar, para hacerles tener miedo y no seguir con su ministerio.

No sólo atacaron a un sacerdote, sino que hubo tres ataques mortales contra tres sacerdotes. Uno de ellos fue el padre Thomas; otro es el tesorero de la archidiócesis de Bubaneshwar, el padre Bernard, y el padre Edward de Sambalpur, Rourkela.

-¿Les mataron?

Monseñor Nayak: No, les golpearon muy gravemente.

-¿Es el miedo la táctica que usan? ¿Los cristianos están abandonando la zona? ¿Tienen miedo por su fe? ¿Están abandonando su fe?

Monseñor Nayak: Tras atacar a las personas, el ataque se dirigió a las aldeas, y en las aldeas se destruyeron casas, y en las casas que no destruyeron les dijeron a los cristianos que o se hacían hindúes o su vida estaba en juego y sus propiedades podían ser destruidas.

De este modo les fuerzan, y algunos de ellos ceden.

-¿Se convierten?

Monseñor Nayak: Sí. Hay muchos casos, más de 1.000 en número. No tengo ahora el número exacto, pero antes de venir a Europa más de mil se habían vuelto hindúes.

-¿Por qué, si los cristianos son un porcentaje pequeño de la población, tan amenazados están los hindúes por los cristianos en esta zona?

Monseñor Nayak: Hay muchas razones por la que hay esta percepción de amenaza. Primero de todo, la presencia cristiana, aunque apenas somos el 2%, nuestro servicio en términos de educación, servicios sociales, y servicios sanitarios es casi el 20% – servicios que estamos dando.

Y ellos dicen que esta es la razón del aumento de conversiones en la zona, así que esta es una. Se ven amenazados por el aumento de número. Sin embargo, si se considera el total de la población actual después de muchos años, no ha habido un aumento sustancial en la población cristiana.

-Ha permanecido constante.

Monseñor N
ayak: Sí, más o menos ha permanecido constante, pero los hindúes siempre señalan: conversión, conversión, conversión, y el miedo se debe a la experiencia histórica pasada con los británicos.

Los británicos vinieron a hacer negocios, luego conquistaron la India y la gobernaron durante 200 años y tuvo lugar la cristianización y la conversión. Por eso, si dejas que los cristianos crezcan en número, asumirán el control de la India.

-Y la conquistarán.

Monseñor Nayak: La conquistarán, así que este es el miedo – que es un miedo infundado.

Somos cristianos; somos indios, no extranjeros.

-Sí, ¿y también hay una amenaza, si lo entiendo bien, en el mismo sistema de castas?

Monseñor Nayak: Sí, esta es una razón: por dominio político.

La segunda es el sistema de castas; el hinduismo está fundido con el sistema de castas. Los hindúes, aquellos que tienen el dominio, los brahmanes, piensan que sin el sistema de castas no continuaría su dominio, por lo que cuando el cristianismo propaga el valor de la igualdad para todos, se sienten amenazados.

-¿Tienen miedo?

Monseñor Nayak: Tienen miedo de perder su poder y dominio sobre la gente.

-¿Especialmente que la mayoría de cristianos convertidos venga de la casta más baja?

Monseñor Nayak: De los dalits y de los miembros de las tribus; antes los utilizaban en su propio beneficio, ahora no pueden utilizarlos porque el cristianismo les da iguales derechos, y la educación les da un “estímulo” económico y ellos, los de las castas más altas, se sienten amenazados y se obstaculiza su dominio.

-Si el cristianismo sigue creciendo y se enseña a los cristianos que todos son iguales, es una amenaza al sistema de castas. ¿No ocurrirá en algún momento que los dalits digan por qué se nos debería tratar de modo diferente? Somos iguales y el cristianismo nos lo enseña?

Monseñor Nayak: Sí, es una verdadera amenaza al sistema de castas.

¿Por qué debería haber un sistema de castas, que hace que la gente sea menos que una vaca, menos que un animal? Los hindúes; respetamos sus sentimientos; tratan y respetan a las vacas como dioses, pero no respetan a los seres humanos; no todos los hindúes pero están estos grupos en particular que piensan que son los guardianes del hinduismo.

Tenemos un 84% de hindúes en la India, y en Orissa, más del 90% lo son, y vivimos juntos felices y nos respetamos unos a otros; entienden el valor y la dignidad humana, pero hay un pequeño grupo, que es el que domina.

Creo que quizás también es importante indicar que es un grupo de extremistas fundamentalistas quienes han estado provocando esta violencia – que en muchos casos, los cristianos que eran perseguidos buscaron refugio con familias hindúes y fueron bien recibidos y acogidos por estas familias.

Esta es la alegría y la esperanza que se nos da a nosotros y a quienes son perseguidos; que todavía hay esperanza de vivir juntos.

Hemos perdidos muchos edificios y vidas; podemos reconstruirlos, pero lo que se ha perdido es la confianza, la confianza entre la gente de grupos y religiones diferentes.

Han vivido juntos durante generaciones, y ahora se cuestiona aquella confianza, y cómo desarrollarla; ese es el desafío para cada uno de nosotros.

De hecho, la Iglesia católica en el Estado de Orissa, debido a la violencia, amenazó con cerrar uno de sus fuerzas más importantes, que son los colegios.

Los obispos sugirieron que si seguía la violencia, se cerrarían los colegios.

-¿Puede hablarnos de la importancia de los colegios y de la educación para esta zona y lo que esto significa?

Monseñor Nayak: La educación es uno de los servicios más importantes que la Iglesia da a la gente. Aunque son colegios cristianos, el 90% de los estudiantes son hindúes y musulmanes. Por lo que el servicio es bien aceptado y también respetado.

¿Y por qué el cierre de estos colegios? Porque de un lado nuestros hermanos está sufriendo, son perseguidos: sin casa ni seguridad. Y, por otro lado, me pides que te dé un servicio sin ser solidario con estas personas (perseguidas).

Cerrar estas escuelas es una forma de mostrar nuestra solidaridad y también llamar la atención sobre el hecho de que no puedes dar nuestro servicio por sentado.

-En el 2007 hubo graves ataques; en el 2008 hubo también graves ataques, y los extremistas prometieron más. ¿Tiene usted miedo? ¿Qué medida puede usted adoptar para intentar prevenir que estos extremistas llevan a cabo más ataques de esta clase?

Monseñor Nayak: Una es aumentar la coexistencia pacífica entre las personas de buena voluntad. El nivel local es muy importante porque es en el que vive la gente y, si están juntos, son las personas que vienen de fuera las que instigan y dividen a la gente. Si la gente de los lugares permanece junta, los de fuera no podrán entrar.

Por eso construir la solidaridad a nivel local entre grupos diversos de religiones diversas será lo primero, y construir la confianza perdida, para recordar, de nuevo, que podemos vivir juntos como hemos vivido desde tiempo inmemorial. Esta será la primera prioridad.

En segundo lugar, por supuesto, es tener un diálogo con estos extremistas, estos fundamentalistas, porque sus ideas sobre la Iglesia son muy estrechas y erróneas.

Esa idea de que la Iglesia dominará y tomará el control de la India es una impresión muy incorrecta: si ha habido más conversiones y se han extendido, el número de cristianos debería haber ido más allá de lo esperado, pero ese no es el caso. El censo oficial muestra que el número se ha estabilizado. Nuestro número crece incluso menos que otros grupos, por lo que no hay amenaza.

Actualmente hemos establecido un diálogo entre los líderes cristianos y este grupo de VHP (Vishva Hindu Parishad), en Bajrang Dal el día 5 de este mes cuando la situación todavía estaba caliente. Un cierto “Señor J:” de JTV ha convocado este encuentro, y allí he llegado a saber lo que habían malinterpretado de la Iglesia, sus conceptos de la Iglesia, y cómo ven nuestro servicio como un esfuerzo por convertir.

Si nuestros servicios fueran un esfuerzo por lograr conversiones, entonces miles de personas que han pasado por nuestras escuelas y hospitales se habrían convertido; incluso algunos de nuestros ministros, incluidos algunos líderes del BJP – han estudiado en nuestros colegios cristianos, y no se han convertido. Pero esto es distraer la atención de la gente presentando falsas impresiones y dando hechos falsos sobre la Iglesia. Así que el diálogo aclarará de verdad ciertos temas.

-¿No está dentro de la fe hindú – debido a la cuestión de la reencarnación – que si alguien es un dalit es porque no vivió una vida adecuada – en la vida anterior – por lo que su posición es la que merece? ¿Y que si vive una buena vida, quizá en la próxima vuelva en una casta más alta? ¿Juega esto un papel, en esta idea de la fe hindú de que la Iglesia católica al intentar mejorar la situación social de la persona es, de hecho, un obstáculo o una confusión de la tradición hindú en la que esa persona tiene que mejorar su vida para la reencarnación de su próxima vida? ¿Está de acuerdo con esto?

Monseñor Nayak: No estoy de acuerdo. Después de todo no creo en la reencarnación porque la vida humana es muy valiosa. Es una imagen del mismo Dios. No puede ir a convertirse en la vida de un perro.

Cuando el ser humano es creado se le da esta oportunidad. Eliges: hacer lo que tengas que hacer ahora – o nunca.

Tras la muerte, no tendrás nada que hacer. Ahora puedes elegir: crees, aceptas, vives una buena vida y tu recompensa es cielo o infierno.

Esta son las dos cosas que tenemos en nuestra fe cristiana – que no te convertirás en un perro o en un animal; algo que no creemos. Pero puesto que estos amigos piensan que están en la tradición
hindú de la reencarnación, si así lo creen, deberían vivirlo.

Algunos de ellos, sin embargo, no ven su responsabilidad; si piensan que en el pasado hicieron buenas obras y que es por lo que ahora están en una posición mejor, ¿no corren el peligro ahora de perder esa mejor posición si hacen malas obras? Así que no creen en ello, porque si lo creyeran tendrían cuidado de que si lo hacen mal ellos podrían…

-Podrían retroceder.

Monseñor Nayak: Podrían retroceder, por lo que creo que su fe no sigue esa luz.

Creen de modo conceptual, pero en realidad no creen, están ocupados sólo con el ahora, con lo que les conviene, con lo que les interesa económicamente, socialmente, y con el dominio políticos que quieren conservar. Así que esta es la razón: la razón económica, política y religiosa y también la casta. Todas estas cosas han complicado esta situación.

-¿Cuál es su esperanza para el futuro de las relaciones de los cristianos en el estado de Orissa?

Monseñor Nayak: Las relaciones de los cristianos con los demás grupos, sobre todo los hindúes, se restablecerán porque ya se han levantado voces, que ven las cosas buenas que la Iglesia y los cristianos están haciendo, y que ahora sufren de modo inocente.

Por un lado, según mi fe, nuestro sufrimiento nunca se perderá. Se puede decir: “cada gotas de tus lágrimas se recoge en una botella”, pero en mi caso se recogerá en una piscina, pero seguro que no se perderá.

La semilla de los mártires, la sangre de los mártires es semilla de fe. Eso creo – y seguramente nos hará revivir y la fe cristiana y la Iglesia cumplirán con su llamada a sacramento de salvación en Orissa, en Kandhamal.

-¿Así que estos son los corderos?

Monseñor Nayak: Sí, no es nada nuevo. Los cristianos han sufrido, no es nada nuevo. Así es desde el comienzo del cristianismo, de hecho desde el principio de la Iglesia. Se dice que la Iglesia nace del costado traspasado de Jesús.

La salvación del mundo no va a venir sólo de nuestra palabra o servicio, sino dando la vida misma, y esto a través del sufrimiento.

-¿Es así como anima a sus fieles cristianos? ¿Diciéndoles: parte de nuestra vida como cristianos es la aceptación y  la conciencia de que tenemos que llevar también la cruz de Cristo?

Monseñor Nayak: Sí, no hay otro camino para los cristianos que la cruz. Es así: mates o te maten, los cristianos no matarán.

Jesús nos lo ha enseñado: déjense matar. Si mi muerte salva a la gente, estoy preparado.

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Esta entrevista fue realizada por Mark Riedemann para “Dios llora en la Tierra”, un programa semanal radiotelevisivo producido por la Catholic Radio and Television Network en colaboración con la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada.

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En la red:

Para más información: www.WhereGodWeeps.org

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ZENIT Staff

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